Cunado te adentras en el cañón del río Veral, en la foz de Biniés, el corazón se te encoje. Pocos vehículos atraviesan la maltrecha carretera. Os aconsejo dejar el coche en alguno de los descansos en las inmediaciones, para entrar el la foz caminando. Hay que mirar continuamente las paredes verticales, los aleros de roca, porque las rapaces campan a sus anchas. ¿Qué rapaces podéis divisar? Entre las más habituales, el buitre leonado, el alimoche, el halcón peregrino y la chova piquirroja. Además, si tenéis suerte, el treparriscos hará las delicias de los ornitólogos más avispados.
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