Polidas chamineras fotografía esta nueva ruta del día.
Hola seguidores del blog, amantes del senderismo y de la naturaleza. De la mano de nuestro Yayo Chamin, encaminamos nuestros pasos a la Montaña Mágica: El Moncayo. Con más de dos mil metros de altitud, cuenta con muchos lugares que descubrir y que caminar. Hoy escogemos uno de ellos: la ruta del hayedo de Peña Roya, justo antes de que las hojas de las hayas vean la luz.
La ruta que proponemos es sencilla, con una duración de siete kilómetros y medio. Se puede realizar en dos horas y media, tres horas. Esta indicada como ruta circular S1, para que no os confundáis con las demás. El nivel de dificultad es bajo y el desnivel de 265 metros. Ya sabéis: ir bien calzados y llevar agua y comida. En la montaña siempre hay que ir preparado.
Podemos iniciar la senda pasada la fuente del Sacristán, justo en la curva siguiente de la carretera. Existen cinco plazas de vehículos en este punto. El primer tramo mantiene la dirección hasta el barranco de Agramonte o de Castilla. En puntos del camino podremos disfrutar de unas vistas excepcionales de la cormarca de Tarazona-El Moncayo. Una señal nos indica el cambio de dirección.
Hemos subido en altitud, y lo seguiremos haciendo de aquí en adelante. El hayedo es espectacular. El descenso se iniciará una vez que alcancemos el Prado de Santa Lucía.
En el Prado de Santa Lucía están los restos de la ermita del mismo nombre y, un poco más adelante, están los restos de un nevero, lugar donde se acumulaba la nieve para su uso posterior. La senda desciende continuadamente, a través de un pinar. Hay que estar atentos a los trinos de los pajarillos, y si hay suerte cazar alguno con el objetivo de la cámara.
Finalmente llegamos a la fuente del Sacristán, un paraje excepcional. La senda concluye aquí. El camino ha merecido la pena. El Moncayo cumple lo prometido: senderismo del bueno, de calidad.