Son dias de estar con la familia, aunque en muchos casos, esos supone un "exceso de estar con la familia". Sentadas en el Sofá, hablabamos de familias propias y familias allegadas, de las que vienen en la mochila de aquellos que elegimos para formar nuestra propia familia. Y como se lleva la Nochebuena o la Navidad con las familias políticas. Recuerdo con tristeza mi primera Nochevieja fuera de casa, así que agradezco a Il Pappa que quiera pasar todas las Nochebuenad y Navidades con la mía.
Sentada en el Sofá les contaba a mis amigas que es un rollo lo de los regalos, que siempre parece que no hemos acertado. Unas veces es con los adultos, que ponemos ilusion en algo que nos gusta y creemos que les gustará y luego, aunque las palabras sean buenas, los gestos lo dicen todo. Y con los peques, esos sí es tremendo. Regalos que no piden y no les hacen ni pizca de gracia, aunque Papá Noel les haya enviado una carta explicando sus razones. O regalos que aparentemente no son especiales y que para ellos son lo mejor del día. Y luego, la saturación. Cuando llegan los últimos regalos de la jornada y ni siqueira quieren abrir los paquetes. ¿Qué estamos haciendo? Es complicado decir a la familia que no necesitan más regalos, que un par son suficientes... Espero que poco a poco nos demos todos cuenta y mejoremos el tema "regalos de Navidad"
Sentada en el Sofá hemos hablado de porque la gente está feliz en Navidad y desea felicidad, amor, manda mensajes de buenos deseos y muchos besos por las redes sociales. A unas les parece postureo. Otras pensamos que forma parte del espíritu navideño. Y más en una semana en la que el Gordo pasó y solo dejo ganas de seguir así. ¡Brindo por ello!