Es posible ser una gordita saludable o una mujer delgada con exceso de grasa, y es mejor reducir las típicas llantitas femeninas con actividad física y alimentación correcta, que eliminando las grasas vegetales. Es preferible menos peligroso para la salud, ser una gordita saludable, que es el caso de muchas mujeres mayores de 40 años y en los últimos años, la moda de las jóvenes, a ser una mujer delgada con exceso de grasa, lo que le sucede a las féminas que comen poco y mal. Y es que las grasas o lípidos constitucionales, elementos vitales de las células, tejidos y órganos, son necesarias para el funcionamiento normal del cuerpo y siempre se acumulan en mayores cantidades en la mujer que en el hombre, según los expertos. "Por el proceso de crecimiento y desarrollo natural que las mujeres tenemos, los depósitos de grasa se hacen más necesarios y más notorios en nosotras", de acuerdo con la nutrióloga Inti Sarahí Pérez Casillas. Los niveles de grasa en la mujer no deben ser menores del 10 por ciento ni mayores del 22 por ciento de su peso corporal. Hay mujeres con rollitos, celulitis, papadas y grandes cachetes cuya grasa corporal no excede el 20 por ciento de su peso. "Cuando aparecen las típicas llantitas es porque tenemos una reserva de energía en forma de grasa no utilizada, pero (además de que) esos depósitos se eliminan con actividad física y alimentación correcta", no siempre representan un riesgo para la salud, agrega. En lugar de eliminar todos los lípidos de la dieta femenina, la especialista aconseja disminuir el consumo de grasas de origen animal, como la crema, la mayonesa, la mantequilla, la manteca, la carne y los lácteos, pero comer cacahuates, aguacate y aceitunas. Y es que las grasas de origen vegetal "son la fuente de energía más concentrada en la dieta, ya que proporcionan nueve calorías por gramo contra las cuatro calorías por gramo que ofrecen los hidratos de carbono o las proteínas", en opinión de la experta. Además de dar sabor y textura a los alimentos, las grasas transportan proteínas, aportan al cuerpo, ácidos grasos esenciales y son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los niños. Aunque es cierto que el colesterol es una sustancia similar a las grasas es también esencial para producir ácidos biliares que ayudan en la digestión de los alimentos y la producción de hormonas. Contrario a la creencia popular, la mayor parte del colesterol que aparece en la sangre es fabricado por el propio organismo, y no derivado de las grasas, como los aceites y las mantecas vegetales, ambos indis