Ser o no ser hippie, esa es la cuestión

Publicado el 04 enero 2013 por Matichica
Ustedes saben de mi devoción por las revistas de afuera; varias veces he compartido acá mismo muchas de las que fueron llegando a través de mis viajes como también gracias a familiares y amigos que siempre piensan en mí cuando están fuera del país. Lo bueno de recibir estas publicaciones es ver con antelación todo lo que aquí llegará en la temporada siguiente para de ese modo, ir anticipándonos a las tendencias que se vienen. En agosto del 2012 mi hermano me trajo de Italia la revista Elle.
 
Y pese a que en ella ya se veían los anticipos de la temporada otoño-invierno 2012-13; encontré una nota que me llamó la atención no sólo por la temática, sino porque despertó en mí una reflexión. Les cuento un poco. Se trata de una familia de hippies conformada por un matrimonio, hijos de cada uno de los miembros de la pareja e hijos propios.
    La pareja protagónica está compuesta por la ex modelo holandesa Merel Krielaart (45) y Alok Torrejón (50), ex agente inmobiliario nacido en Barcelona pero de origen gitano. Ellos se conocieron hace algunos años en una disco en Ibiza y su encuentro coincidió con una necesidad de cambio profundo que Merel estaba experimentando. Criada como una burguesa y con un presente laboral y sentimental establecido, sentía que necesitaba hacer algo por ella misma. Luego de un viaje a la India conoció al gitano y así la pareja decidió llevar adelante una vida errante, recorrer el mundo con su tienda multicolor, beber agua de lluvia y desplazarse con pocas pertencias y muchas ganas de conocer otras culturas y modos de vida.
 
Era frecuente que la gente que los cruzaba quisiera comprar las prendas que lucían o la tienda en que vivián y así fue que decidieron comenzar a vender telas y objetos de sus viajes, hasta que con la experiencia de Merel en el campo de la moda y la ayuda de su madre, comenzaron a diseñar carteras para el mercado. Así nació la firma World family Ibiza, una empresa familiar con producción artesanal de la cual son clientas Paris Hilton, Kate Moss y muchas It girls más.  

 
Al comenzar a leer la nota pensé, qué buena onda esta gente... Me imaginé a la ex top model dejando todo para vivir en contacto con la naturaleza y me dije: qué decisión! Pero al continuar con el artículo, y viendo cómo ese concepto de vida hippie se transformó en una empresa me desilusioné un poco. No es que vea algo malo en montar un emprendimiento económico que dé ganancias; en absoluto. Pero lo que me choca un poco es la contradicción entre el espíritu hippie de desprendimiento de lo material por un lado, y la búsqueda de un rédito económico por el otro. De todas maneras, les reconozco su cuidado criterio estético y la originalidad en los diseños que combinan materiales autóctonos de todos los lugares visitados alrededor del mundo.  Ustedes me dirán qué les parece este tema; pero mientras tanto, y ya que de hippie chic hablamos, nada mejor que ver un par de ejemplos de este estilo. En la misma revista se proponen estos looks para sumarse a la tendencia...


¿Qué me dicen? ¿Les gusta este estilo bohemio/étnico/hippie -chic? Yo no logro identificarme del todo con él, no soy una mujer Rapsodia o Holly; más bien me inclino por un look más urbano, pero reconozco que el verano invita al uso de túnicas, maxi faldas etéreas, proliferación de collares y pulseras, accesorios con flecos, apliques tribales y estampas multicolor. Por eso en mis equipajes de vacaciones siempre llevo algo para lograr un outfit bohemio; pero sin exagerar, eh... Dolores Barreiro hay una sola, ja!
Bien amig@s, espero sus comentarios y reflexiones en torno a este tema o a lo que deseen expresar. Nos leemos hoy y todo el finde. Besitos:>