Ser visible: vos y tu blog.

Por Paula Lesina

Vamos a jugar un rato. No voy a robarte más de diez minutos -promesa-, además, empezar la semana con una mirada lúdica tiene lo suyo de tentador...
Quiero que te imagines un emprendedor.
Un personaje soñador que se aferra a los altos ideales y ve el mundo con la forma y los colores de la aventura. 
Nuestro personaje es además, educado, sensible y, aunque ya no es tan joven ni flexible como solía, conserva el espíritu juvenil y los deseos de ser intactos.
Aunque quedan dudas sobre su nombre -nunca sabremos bien si era Quijada o Quijano- nuestro personaje es uno de los grandes emprendedores que nos regala la literatura y aunque pone en tela de juicio la sensatez de los que se aventuran en búsquedas heroicas, verlo cruzar la Mancha semi-vestido de caballero andante, enseña más de mentalidad emprendedora que los 20 best sellers de la categoría de negocios de Amazon.
Porque para enseñarte sobre emprender (tener una idea y ponerla en acción) nadie tiene la autoridad de Alonso Quijano, el hidalgo español que peleó contra gigantes que eran molinos de viento pero no dejaban de ser gigantes. Porque, reales o no, si en tu mente son gigantes, hay que tener valor para enfrentarlos.
¿Te lo imaginás?
¿Podés delinear en tu imaginación ese ser terco que se niega a transar con la realidad? 
Bueno... quiero proponerte que por quince minutos juegues a protagonizar tu propia versión del Quijote y transformes la realidad llana en un mundo de posibilidades....

La protagonista de la semana.


Lo sé. Si conocés la historia quizás creas que no es el más feliz de los ejemplos. Por un momento quiero que confíes en tu posibilidad de darle pelea a todos tus temores para transformar tu deseo de ser visible en una realidad.
No es por ego.No es por plata.
Es por tu proyecto personal.Es por tu propósito.
Así que olvidate del afán perfeccionista, del miedo al ridículo y de "lo que pueden decir" porque aunque no sea una cita de la novela... si ladran es porque empezaste a cabalgar.

¿Te sumás a desmesurar la rutina?


Quizás te estés preguntando qué propuesta es ésta, por qué quiero que participes y cuáles son sus condiciones y ventajas.
Cumplido tu deseo: este post tiene como fin que conozcas el funcionamiento básico de "La protagonista de la semana" para que te animes y tengas la certeza de que vos podés perderle el miedo a la exposición porque, para tener visibilidad... hay que ser visible.
Empecemos por lo básico: el gran por qué.
¿Por qué empeñarme en que participes?
  • Porque tengo el propósito de ayudar a mil emprendedoras y otras tantas blogueras a transformar ideas en negocios creativos. 

  • Porque tengo una cruzada contra la voz de la impostora, esa que nos dice que "no es posible", "que esto no es para vos", 

  • Porque creo que la única forma de creer es crear y servir. Para creer en tu potencial, te propongo crear y que sea para para servir a más personas que vos misma.


Condiciones de tu participación.



Decía Isak Dinesen que si sos humana, tenés una historia para contar. Yo sé que tenés una historia que contar. También sé que te da miedo pero querés ser visible para crecer y madurar tu proyecto personal.
Seas bloguera emprendedora o emprendedora con blog sé que tu relato te late dentro y está esperando que lo descubras y mi propuesta es que tengas un espacio para compartirlo.
¿Estás dispuesta?
Si seguís leyendo es porque te conmueve la idea de ofrecer tu valor al mundo y seguramente querés saber cómo...
Veremos, es simple pero te va a obligar a salir de tu gris comodidad para que hagas lo que hasta ahora no te habías animado a hacer, para que aprendas lo que hasta el momento no habías aprendido y para que ofrezcas a quienes te escuchan la oportunidad de aprender de vos.
Porque cuando te conformás con ser invisible, le estás negando a otras apasionadas como vos la posibilidad de enriquecerse con lo que podés aportarle. Y vos misma te estás negando la posibilidad de ser y hacer en sintonía con tu pasión y tu talento.
¿Más convencida de participar?
Veremos entonces algunas condiciones...

El mantra desmesurado. 


Tengo muuuuchos correos en una carpeta llamada "La Protagonista de la semana". Quizás el tuyo esté entre ellos porque, aún sin saber cuál era la apelación, sentiste que era para vos. Sentiste que había llegado el momento de dejar tu rinconcito cómodo y oscuro para salir al sol a ventilar tus capacidades.
Las condiciones para que participes son simples y están basadas en un principio mucho más simple aún: para recibir tenés que comenzar por dar. Sí: dar.

Ofrecer tu conocimiento y tu experiencia para ayudar a otras emprendedoras a crecer.
Tu primera premisa es: vas a ofrecer a la comunidad tu conocimiento y tu experiencia. Tal como sos, sin maquillarla, con toda tu capacidad de contar un relato auténtico y simple.
Tu segunda premisa es: hacerlo en la forma que más nos incomoda a quienes disfrutamos de la sombrita cómoda de la invisibilidad... la audiovisual. 
Cuando sea tu semana entonces quiero que estés preparada para entregarnos tus gestos y tu voz, tus manos trabajando o tu historia transformada en imágenes.
Tu tercera premisa es: no me ofrezcas un relato autoreferencial en el que lo único que me estás contando es lo maravilloso que es tu blog. 
Quiero que me cuentes tu experiencia como bloguera y que le ofrezcas a quienes como vos, quieren tener un blog visible y con identidad.

Quiero que te regales dos minutos, para escuchar una declaración de intensiones (sí... de las que van con "s").


Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón,
de tu mente,  de tu boca
y de tus entrañas,
no lo hagas.Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.Si primero tienes que leerlo a tu esposa,
a tu novia, a tu novio,
a tus padres o a cualquiera,
no estás listo.No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de tiesté quemando tus tripas, no lo hagas.Cuando sea verdaderamente el momento,y si has sido elegido,sucederá por sí solo yseguirá sucediendo hasta que mueraso hasta que muera en ti.No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.

Para concluir...


¿Estás decidida?
Te espero en "Yo escribo un blog",  el grupo de blogueras desmesuradas, ahí vas a poder anotarte y esperá novedades... porque te voy a enseñar cómo, con qué herramientas y de qué forma podés contar tu historia. Porque si sos una más. Sos una menos.
Yo sé que a vos, como a mí, te sale de las tripas porque sabés que un blog no se "tiene", se escribe.


Pero... antes de que te vayas, quiero que hagas dos cosas: que hagas rugir tu voz en los comentarios y que compartas este post en tus redes sociales para que quienes también están listas para ser visibles, tengan su oportunidad. Porque la visibilidad, no se agota cuando se reparte y compartir, crea buen karma.