" Nuestra chica con síndrome de down avanza a pasos increíbles,. Totalmente integrada en su centro, con sus nuevos profesores, compañeros, la vemos ir a un ritmo rápido que nos tiene encandilados...Esta muy espabilada, avanzando a pasos agigantados respecto a antes ..."
Eso era ayer. Porque hoy esa entrada no puedo escribirla.
¿Que ha pasado?. Hemos tenido reunión con la orientadora del centro al que acude Teresa.
Al leer el dictamen demoledor (para mi) de escolarización para mantenerla un año mas en 3º de E Infantil en vez de 1º de Primaria que la correspondería por edad, iba descubriendo una Teresa muy diferente a la que os quería contar en mis primeras frases de esa entrada que inicie y no acabe.
Explica en este dictamen, que la protagonista de este diario se encuentra a años luz de sus compañeros. Perfectamente integrada, interactúa muy bien en el grupo, los adora y la adoran, pero presenta un lenguaje a nivel de 2 años y un desfase curricular muy importante. Hipotonía, deficit, discapacidad, dificultades serias,desarrollo psicomotor muy inferior a su edad...y para que continuar. Expresiones que me hacían ir encogiéndome poco a poco según iba pasando las paginas.
Entonces, todo lo que os quería contar al principio, esa primera entrada que había iniciado orgullosa, ¿es solo producto de mi imaginación? ¿es algo que percibo, pero que no es real? o ¿solo yo me doy cuenta de esos avances de la peque?.
Se han solicitado diversos apoyos y sorprendentemente han sido todos concedidos: fisioterapeuta, PT (Pedagogía Terapéutica) varias horas semanales, AL (Audición y Lenguaje) también y lo mejor una ATE (Auxiliar Técnico Educativo) para así mejorar sus rutinas, hábitos y finalizar con éxito el control de esfínteres, que tanto nos esta costando.
Estamos todos de acuerdo que la mayoría de las actividades, se mantengan dentro de la clase, excepto AL por la dificultad manifiesta que presenta en el momento actual Teresa. No queremos mantenerla al margen mas que lo imprescindible. No queremos un colegio de educación especial dentro del centro ordinario.
Puede que nuestros hijos con dificultades, sean segun los ojos que los observen y el prisma con el que se haga diferentes personas:
Existe una Teresa tierna, cariñosa, hábil y valiente que nos tiene embaucados y orgullosos, que admiramos y que nos hace tremendamente feliz a todos los que la rodean.
Otra Teresa vista por la gente que no la conoce, solo ve su síndrome de down y que seguramente piensa que su vida es dura y que a lo mejor no merece ser vivida. Esos mismos se sorprenden de verla actuar como la persona que es.
Y luego esta Teresa-alumna o Teresa paciente, donde se muestra realmente a los ojos fríos de los profesionales que la atienden con todas sus limitaciones.
Me ha gustado especialmente lo escrito por esta orientadora llamada Marta, en el apartado de observaciones:
"... Por lo que si no disponemos de los recursos que precisa esta alumna sera inviable atender a las necesidades educativas que presenta María Teresa impidiéndonos llevar a cabo le principio de integración y normalización".
Nuestros hijos hacen un gran esfuerzo para ser uno mas en los medios en los que se mueven, pero si no disponen de los recursos necesarios de nada sirve luchar. La teoría es magnifica pero hacen falta medios, no buenas intenciones.
¿Todos esos avances son solo fruto de nuestra imaginación?, o ¿es que veo como normal lo que no lo es?. ¿me he acostumbrado a sus retrasos tan visibles?. Yo creo que no, simplemente que la veo con otros ojos, me fijo en todos los matices, por pequeñitos que sean.
Creo que voy a recuperar la entrada inicial que deje a medio escribir. Porque es así, independientemente de lo que diga un papel:
"Nuestra chica con síndrome de down avanza a pasos increíbles,. Totalmente integrada en su centro, con sus nuevos profesores, compañeros, la vemos ir a un ritmo rápido que nos tiene encandilados...Esta muy espabilada, avanzando a pasos agigantados respecto a antes ..."