El leitmotiv de Canciones de amor y de lluvia son precisamente las canciones que dan título a diversos cuentos a lo largo del mismo: Primera, Segunda, Tercera, Cuarta y Última canción, a modo de partes de un libro de relatos que condensan no solo su memoria, sino la de toda una generación que, cada día más, asiste impertérrita a la destrucción de un mundo que ya no es el suyo, como suyo tampoco fue el de sus padres. Un mundo que derribó muros en el pasado y que los ha derribado en el presente y que, como un gran campo sin flores, se queda árido hasta de sentimientos, por lo que no es de extrañar que la ironía y la distancia fría y acróstica, sean las nuevas señas de identidad de unos relatos en los predominan el caprichoso hilo conductor de la memoria que, siempre es egoísta, y solo nos da aquello que ella quiere.
Ángel Silvelo Gabriel.