Serial: Chernobyl

Por Androsmalv

"Si pudiera elegir mi muerte, pediría que fuera común y corriente. No como las de Chernóbil."
                                                                                                                   Voces de Chernóbil 
Aunque es la tercera vez que hacemos una reseña sobre una miniserie televisiva, con Chernobyl, estamos frente a uno de los trabajos más premiados, exitoso entre la crítica y rentables no sólo por su cuidado trabajo visual sino por eso que que Pedro Adrián Zuluaga  llama "la nueva verdad histórica", a la que alude esta serie creada y escrita por Craig Mazin (SuperHero Movie/Scary Movie). La miniserie, que se puede clasificar como un drama histórico, gira entorno al desastre que se presentó en la Central Nuclear Vladimir Illich Lenin, ubicada entre la ciudades de Prípiat, Chernobyl y la frontera Bielorrusa; mostrándonos no sólo lo que significó para las, en ese momento, repúblicas socialistas soviéticas, Europa y el mundo, sino hasta que punto la corrupción, las mentiras y el poder, son tan peligrosas como el uranio y demás materiales radioactivos.

La miniserie, que en su primera - y posiblemente única- temporada, reconstruye en cinco capítulos, los hechos y factores que dieron lugar al desastre, pensados a través de los ojos y voces de personajes históricos como Valeri Legasov y Boris Scherbina, así como otros creados solo para la serie como lo es la figura de Uliana Jomyuk - interpretada por la excelente Emily Watson-  que en palabras de Mazin, es la representación de varias científicas que arriesgaron todo por llegar a la verdad y desligarse del poder político y patriarcal; o la misma esposa del bombero Vasili, que sí bien existieron, son más una excusa dramática o el reflejo de las consecuencias en los inocentes pobladores; en este punto, es donde Mazin y su grupo de trabajo, mayores aportes le dan a la miniserie, es decir, desde las licencias narrativas, que parten de cierta forma desde la obra Voces de Chernobyl de Svetlana Aleksievich (no citada en la miniserie) y cierto regusto por encontrar en el poder y las corporaciones, a un nuevo eje del mal, como lo podemos evidenciar en los personajes de Diatlov o Nikolai Fomin o a los mismos políticos comunistas.


Mazin (izq.) junto a los protagonistas Harris y Skarsgard

El guión o los guiones firmados por Craig Mazin más la dirección del experimentado Johan Renck, que ha pasado por diversas serie televisivas y videoclips, acuden a una mezcla perfecta entre el heroísmo individual, la denuncia o realismo social y el drama histórico ya citado, logrando una serie sobrecogedora de grandes actuaciones y bien ejecutada, narrativa y visualmente, como lo podemos ver desde los primeros minutos con el suicidio de Legasov, y su impresionante secuencia de montaje:ritmo, angustia y fuera de campo, perfectamente sincronizados.

Por que Chernobyl, es una serie que técnica y artísticamente funcionan de la mejor manera, la música de Hildur Gudnadottir -conocida por su nominación a mejor banda sonora con el Joker-, una violoncelista y compositora islandesa, que sabe sacar de su repertorio, o los estados más profundos de locura o aislamiento, o como lo hace con esta serie, en donde los sonidos del "desastre", de la radicación son puestos en notas musicales, Gudnadottir, heredera de los sonidos y parajes de su país, logra, en este caso una banda sonora donde lo industrial y la repetición ahondan en esa tragedia que fue Chernobyl - vale recalcar que la islandesa viajó a Lituania y recogió los sonidos de una antigua central nuclear para su composición musical-. Para hacer memoria, la secuencia del famoso puente de la muerte, que además de la música de la islandesa, tiene un trabajo fotográfico impresionante por parte del sueco Jakob Ihre, que diseña un trabajo lumínico basado en el realismo,  sin ser ajeno al lirismo, que podemos ver tanto en esta secuencia como en otras de los siguientes capítulos.

También debemos reconocer que hay un trabajo de maquillaje bastante efectivo, no sólo en los capítulos en los que vemos las consecuencias de la radicación en los diferentes personajes sino en toda  la producción, desde el aspecto de Legazov interpretado por Jared Harris hasta el mismo Gorvachov.



Series como éstas, ponen en juicio varios aspectos, el primero es el histórico, ya que su creador, no conocía a profundidad lo que había sucedido en Chernobyl, es através del libro de Aleksievich, que profundiza en tal desastre, igualmente, la serie se toma bastantes licencias frente a lo que sucedió en Chernobyl, aunque la mayoría en tono metafórico, sólo hay que ver el cuarto capítulo, y la cacería de animales afectados por la radiación o la misma secuencia del puente, en donde prima el lirismo por encima de la verdad, así como en otras escenas; en segunda instancia está el tono político y la nueva verdad, en que se dispone esta serie, es decir como son retratados los técnicos nucleares rusos, los administrativos y políticos, porque, aunque la miniserie quiera reflejar el caos que puede traer la prepotencia humana, la soberbia de ciertos órdenes sociales y los errores del poder, lo que realmente se percibe es una mala imagen del "comunismo", de la energía nuclear usada en forma política por lo rusos y un sinnúmero de representaciones, que parecen sacadas de la guerra fría; aún así, eso no le resta a sus cualidades audiovisuales, por el contrario, aún sus detractores y críticos más férreos reconocen que es una miniserie bien producida y trabajada, destinada al entretenimiento y a generar cierta reflexión frente al mal uso de cualquier tecnología, la corrupción y la misma tecnocracia. 
  

La serie logra desde un principio impactar, el primer capítulo, tiene lo mejor de la presentación de los personajes y la trama, un genial montaje, y grandes secuencias que enganchan con facilidad, que se van a replicar en los otros capítulos, principalmente en el tercero y el cuarto, cuando aparecen los demás personajes, cuando vemos algún tipo de humor con los mineros, la inocencia perdida de un joven que tiene que matar animales "contaminados" y cómo se va configurando el desastre; posiblemente, el capítulo menos interesante es el último, pero a fin de cuentas, es el capítulo que regula todo lo anterior.

Una serie que me gustó bastante, efectiva en su forma y contenido, y que sí bien puede pecar en su estilo y corrección política, como trabajo audiovisual es impecable, de unas actuaciones brillantes, principalmente de Stellan Skarsgard, al que siempre le vienen bien estos papeles recios y contradictorios, obviamente la actuación de la siempre interesante Emily Watson, y para mí, el sorprendente trabajo de Jared Harris, al que no había visto como protagonista, y que se lleva todo el peso de la historia. Un trabajo que viene bien para entender películas como Leviathan de Andrey Zvyangitsev y la corrupción en la Rusia actual, y así mismo, los peligros que se enconan en una sociedad demasiado obtusa y prepotente, como lo muestra esta serie.

Zoom in:  Multipremiada en diversos festivales, y ganadora de los Emmy a mejor serie limitada.

Son diversas las polémicas  y reacciones frente a la serie, por su falta de rigor histórico y licencias creativas, principalmente lo relacionado al juicio a Legazov, las muertes y otras ideas frente a Chernobyl, por lo que en Rusia se estaba realizando una serie que contrastara con la miniserie producida por HBO.

Montaje Paralelo: Accidentes Nucleares