Quiero concluir diciendo que, a diferencia de lo que puede pensarse en un primer momento, la serie no es simplemente una ficción del montón. Sense8 es una experiencia horrible y hermosa a la vez. Porque de una forma u otra encuentra maneras de meterse dentro del espectador y revolver cosas que, a veces, generan sensaciones de dolor e incomodidad. Es una serie increíble, en la que capítulo tras capítulos nos damos cuenta que lo que realmente se muestra en la pantalla va más allá de una trama, siendo ésta un mero conducto para ejercer la representación de la naturaleza humana. Más de una vez nos vamos a ver obligados a poner en pausa el capítulo, ya sea porque nos emocionó de sobremanera o porque lo que sufren los protagonistas nos genera demasiada rabia, enojo, tristeza. A veces porque es injusto. Otras, porque indirectamente nos vemos reflejados en las vivencias de los protagonistas.Sense8 toca temas que van desde la sexualidad hasta el amor por uno mismo, las adicciones, la desigualdad social, el rol de la mujer. No es raro para los Hermanos Wachowski hacer uso de los medios audiovisuales para representar sus opiniones frente a las temáticas de actualidad más controversiales, y el resultado de esta nueva escaramuza, la mezcla de la ficción con la realidad, es impresionante. Creo que es una de esas series que vale cada minuto invertido frente a la pantalla.
Matías Pardini