Severiano Ballesteros apareció sonriente y animado en un hotel de Madrid. El tumor cerebral que se le diagnosticó en octubre de 2008 no le ha restado ganas de vivir, ni de seguir luchando. Todo lo contrario. «Estoy muy bien. Poco a poco, semana a semana, noto una nueva mejoría». El golfista cántabro es consciente de que la recuperación es lenta y difícil, por lo que requiere de gran constancia. Pero también sabe que el futuro está en la investigación. Por eso, a través de su Fundación ha organizado unas jornadas dentro del primer Simposio Nacional de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cuyo objetivo es aunar los conocimientos clínicos para combatir la enfermedad.
Ballesteros fue durante muchos años un icono del golf internacional. Sus gestas dieron la vuelta al mundo. Ahora, le observan con idéntica admiración. Desde que padece la enfermedad ha emprendido una batalla para derrotarla. «Tengo clases cognitivas, mucho ejercicio y una dieta muy estricta», comentó. Todos los expertos reconocen que esta tipología de tumores requiere de un trabajo de rehabilitación físico tremendo. Por eso la práctica deportiva cumple una función primordial. «Hago pesas, camino dos horas al día e intento reírme, que no cuesta nada», aseguró el de Pedreña. Y la verdad es que predicó con el ejemplo. Ballesteros no perdió la sonrisa en ningún momento del acto, la misma que lucía mientras posaba con la chaqueta verde en sus dos Masters de Augusta. Incluso se atrevió a contar un chiste como prueba de su buen espíritu. Y es que el trabajo psicológico es casi tan importante como el físico: «Hay que tener una mente fuerte para aceptar la situación e intentar vencerla».
¡A pesar de las maratonianas jornadas de trabajo, entre ejercicio y ejercicio Seve no se olvida de su amado golf. Confesó haber disfrutado mucho con la victoria del equipo europeo en la Ryder Cup, su torneo predilecto, conquistado en seis ocasiones. Pero su verdadera obsesión es contribuir en la lucha contra esta enfermedad, donde espera una mayor investigación «para que se sigan salvando vidas».
-Minoritaria y sin prevención
Los tumores cerebrales son una enfermedad de las denominadas raras. En España se diagnostican uno 2.000 casos, a un ritmo de crecimiento de un 1% anual. El mayor problema es la complicada prevención. «Son tumores poco frecuentes. El diagnóstico precoz es difícil, por no decir imposible. Por tanto, el tratamiento es fundamental», aseguró el doctor Emilio Alba, presidente de SEOM.
Pese a la gran evolución en los últimos años, aún no se han identificado las causas de riesgo. La conclusión es clara: «Para seguir avanzando, la investigación es imprescindible. La ayuda de la Fundación Severiano Ballesteros pone muchos granos de arena». Los expertos incidieron en que las técnicas para tratar estos tumores han mejorado.