La historia de Etro comienza en 1968 cuando el fundador de la marca, Gimmo Etro, lanzó una producción de telas de tejidos nobles y fibras naturales con diseños únicos, estampados geométricos y colores nuevos en la época. El cashemir se convirtió en su sello de identidad deslumbrando elegancia.
La firma se consolidó con su posterior lanzamiento de accesorios y complementos para el hogar; y su posterior colección pret-a-porter.