Son visualmente ligeros, capaces de encajar en ambientes de cualquier estilo, acabando con la monotonía, resultante en ocasiones, del abuso de otros materiales, multiplican el espacio y la luz, y siempre resultan bellísimos...
Os muestro donde poder adquirirlos, y como siempre en los duelos "Shopping vs DIY", cómo realizarlos nosotros mismos...
SHOPPINGSi nos vamos de shopping por el blog, os recomiendo este par de post, que os mostrarán piezas como éstas:
Lo mejor de cada casa
Espejito, espejito...
DIY Si por el contrario, nos ponemos manos a la obra, os dejo con el antes y después de un fantástico ejemplo:
En éste caso debemos empezar por limpiar, restaurar y pintar la madera.
Una vez acabada esta tarea, lo único que hay que hacer es medir bien las superficies planas que vamos a cubrir. En segundo lugar, acercarnos a la cristalería y realizar el encargo, siempre indicando en las piezas que van a incluir tirador, donde debe ir la perforación. Los bordes deben estar pulidos, para que no corten y se vean bien terminados. El resto es tan sencillo como pegarlos al mueble con un adhesivo que os recomendarán en la propia tienda.
¡Ta- chán!!!. Y así de bien queda...
En el mercado existen un sinfin de acabados entre los que podéis elegir, ahumados de diferentes colores, oxidados, labrados, con efecto de envejecido, etc., para darle un aire u otro a vuestro DIY...
Aunque podemos empezar por algo sencillo, con resultado espectacular...
¡Feliz fin de semana deco pandiller@s!!!
Fotos: Lo mejor de cada casa, Espejito, espejito... y de mis tableros de Pinterest.