El pasado 8 de noviembre se celebró el Día Europeo del Enoturismo, iniciativa que promueve la Red Europea de Ciudades del Vino RECEVIN, asociación sin ánimo e lucro, que se instauro en el año 2009, con el fin de conseguir la difusión internacional del turismo del vino de manera simultanea en todos los países europeos. Sus objetivos son la afirmación de la identidad histórico-cultural, patrimonial, económica y social de las ciudades y territorios relacionados con la producción de vino de calidad. La Red Europea de Ciudades del Vino está apoyada por por las Asociaciones del Vino de la mayoría de los países que que forman esta red, es la unión por el vino y el enoturismo de 800 ciudades europeas.La ciudades que pertenecen a esta Red y en especial las bodegas, organizan eventos y jornadas de turismo enológico, visitas a las bodegas, catas y maridajes con la gastronomía típica de la zona y precisamente de una cata y un maridaje extraordinario es lo que va esta entrada.
Había tenido la ocasión de conocer esta bodega hace un par de años, por idéntico motivo, entonces había sido una jornada fantástica y este año se ha vuelto a repetir.
Comenzamos por una visita a las bodegas en compañía María Otero, que transmite como nadie la pasión por el mundo del vino, de ello hable en la entrada que dediqué a la anterior visita.
El maridaje de sus platos y los vinos de Marín Códax fue un acierto total. Su cocina que se define Atlántica por los cuatro costados, casa a las mil maravillas con unos vinos que llevan en su ADN la influencia de este mar.
Mil gracias Bodegas Martín Códax, ha sido una jornada para recordar