La primera recomendación debería ser que equilibres tu dieta lo más posible eliminando productos que además de ser prescindibles, pueden colaborar a un desequilibrio que precise mayor suplementación.
Un desayuno con leches fermentadas (yogur, kéfir…), fruta del tiempo (valora el precio y contempla los beneficios de nuestra naranja en esta época) y café puede ser adecuado y no muy caro (hazte los yogures o el kéfir en casa y ahorrarás).
Si entrenas por la mañana, la comida del mediodía puede contener los carbohidratos y proteínas necesarios y te ahorrarás recuperadores. Patatas, pasta italiana, arroz etc son perfectos para ese momento. Añade ensaladas frescas con productos escogidos en frutería y con precios adecuados (lechuga, zanahoria, apio, escarola, tomate). Unas sardinas a la plancha son una excelente fuente proteica y de ácidos grasos omega3 (te ahorrarás de tener que tomarlos en pastillas). Fruta de nuevo del tiempo y barata (naranja).
Si el entrenamiento ha sido por la mañana, la noche es el momento de las verduras (mejor al vapor) y aquí no podrás quejarte de precios (acelga, espinacas, brócoli, berenjenas….). Un huevo cocido con un poco de aceite de oliva (merece la pena un pequeño esfuerzo económico porque la diferencia con los aceites de semillas es muy importante). Unos frutos secos sin sal serán un buen añadido y, como en las otras comidas, una fruta de postre.
Con este tipo de alimentación, no necesitarás más suplemento que el necesario para acometer las condiciones específicas de deportes que requieran un añadido, por ejemplo, si sales en bicicleta, necesitarás hidratarte bien y llevarte fruta, pasas o dátiles y algo de proteína pura (aislado de suero de leche). Si vas al gimnasio, una tableta de BCAA antes y otra inmediatamente después no son caras y te servirán para asimilar mejor las cargas. La creatina es otra ayuda ergogénica muy eficaz y que ingerida en el desayuno te permitirá ahorrar un poco en las cantidades.
Intenta no escatimar el precio de los suplementos buscando la ganga, no es verdad, no hay gangas, solo productos de mala calidad vendidos en olor de marketing. Tampoco el precio es garantía de calidad, a veces solo refleja el gasto en publicidad del producto. Déjate aconsejar y busca marcas de plena confianza.