Para mucha gente, lucir el six-pack en verano se ha vuelto una obsesión. Si es tu caso, plantéate que vas a beber en el chiringuito de playa el próximo verano.
En realidad deberías de planteártelo hoy mismo, porque el verano esta a la vuelta de la esquina y todo el esfuerzo de estos últimos meses, se puede perder por disfrutar en exceso del zumo de cebada u otras bebidas alcohólicas (cubatas) durante los fines de semana.
¿Qué sucede cuando bebemos?
El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que en su mayoría pasa primero al intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. En la sangre el alcohol es metabolizado (descompuesto para ser eliminado o aprovechado por el organismo) mediante el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con el oxígeno y se descompone de modo que sus elementos básicos abandonan el cuerpo de forma de dióxido de carbono y agua. El primer lugar de oxidación es el hígado, el cual descompone aproximadamente el 50% del alcohol ingerido en una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo hasta ser eliminado lentamente.
Los efectos del alcohol en el anabolismo muscular
En realidad los problemas de sobrepeso que produce el alcohol, se deben a los efectos del mismo. El alcohol aporta 7 Kcal por cada gramo, un valor que está entre el valor energético de los carbohidratos (4kcal por gramo) y las grasas (9 Kcal por gramo); sin embargo esas calorías no pueden ser metabolizadas como fuente energética por lo que realmente el alcohol en sí no aporta calorías. Todas sus calorías se pierden en forma de calor liberado por irradiación.
Sin embargo, algunas bebidas alcohólicas proveen de ciertas calorías extra que provienen de los carbohidratos de la fuente natural de donde se obtuvo el alcohol, por ejemplo la cebada de las cervezas o la malta del Whisky. Ésas si pueden ser consideradas como fuentes energéticas.
Existe otro efecto que es la distensión abdominal producido por el alcohol, debido a eso se emplean como aperitivos; es decir provocan un aumento en el apetito de la persona que lo consume por efecto mecánico y por lo tanto tiende a comer demás. Eso sí que es un problemón cuando estamos a dieta.
Por último, generalmente las personas que consumen alcohol de forma habitual, tienden a entrenar menos veces y sus entrenamientos son de menos calidad.
Un efecto secundario de que el alcohol actúa como un regulador de la temperatura corporal; es que se inhibe la utilización de calorías de grasa. Por otra parte el consumo de alcohol minimiza los efectos de los lipotrópicos sobre todo de la L-Carnitina; la cual es un excelente apoyo en el tratamiento de la recuperación del hígado de las personas alcohólicas.
Cuando una persona consume alcohol se produce una reducción en los niveles de testosterona sérica; promoviendo con esto, un deterioro en el avance muscular, al mismo tiempo que decae el umbral de anabolismo muscular.
Si bien el alcohol puede actuar como diurético a corto plazo, este efecto dura unas cuantas horas, produciendo una gran deshidratación que puede ser severa. Debido a esto se derivan casi todos los efectos de la resaca (resequedad de boca, dolor de cabeza, náuseas, vómito, etc.); efectos muy similares a los que produce una deshidratación intensa postentrenamiento.
El consumo de bebidas alcohólicas sobre todo de Vodka, Ginebra, Brandy y Coñac puede producir un daño severo en la síntesis de proteínas por debilidad hepática, así como en el crecimiento.
Se da una sobrecarga de trabajo a los antioxidantes endógenos al haber una sobreproducción de radicales, productos de la oxidación de alcohol etílico a etanol y ácido acético. Produciendo una deficiencia del sistema inmunológico y una tendencia a padecer enfermedades infecciosas sobre todo de la garganta y del aparato gastrointestinal.
Disminuye la concentración de minerales críticos en la contracción, relajación y crecimiento muscular; incluyendo Ca, Mg, K y P. Esto se debe al efecto diurético no selectivo del alcohol.
El alcohol disminuye y casi suprime el ritmo de secreción de la hormona del crecimiento endógena; generando con esto que los avances musculares sean muy lentos y de baja calidad.
El exceso de consumo, deriva en efectos conocidos de daño hepático, como pueden ser hepatitis tóxica, cirrosis, cáncer hepático; aumento de la concentración de ácido úrico y como consecuencia dolores articulares e incluso gota; disfunciones sexuales, daño cerebral, lagunas mentales e incluso la muerte.
Seamos sinceros, no todo el alcohol es malo, pero hay que saber consumirlo, es recomendable tomar un poco de vino tinto o Whisky de una sola Malta debido a que poseen antioxidantes muy importantes de la familia de los bioflavonoides; además de que disminuyen los niveles de colesterol, evitan y combaten la formación de placa de ateroma (placa compuesta de macrófagos muertos, colesterol, triglicéridos y ácidos grasos que reduce el diámetro de las arterias, reduciendo el pasaje de sangre)
Los efectos del alcohol, según cantidades ingeridas:
FASE PRODRÓMICA
( 0,25 gr./l -0,3 gr./l ) Cuando el individuo percibe un cambio en su estado mental. Determinados test psicomotores y aptitud revelan ALTERACIONES que afectan la percepción de los sentidos y una disminución de los reflejos.
EXCITACIÓN
( 0,3 gr. / 1,5 gr./l ) Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con parálisis progresiva de los procesos mentales más complejos. Este es el primer estado que puede comportar cambios de personalidad.
INCOORDINACIÓN
( 1,5 gr. /l – 3 gr./l) : Temblor, confusión mental, incoordinación motriz: generalmente, la persona acaba durmiéndose.
COMA Y MUERTE (+3 gr./l).
Si lo que buscas es rendir al máximo en tu deporte, piensa en lo que bebes las cantidades que consumes y si realmente te aportará algún beneficio.
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