Ha pasado una semana desde que nuestra chica con SD comenzara. Todo ha sido positivo, incluso hemos retomado el control de esfínteres. Ya no lo vemos tan difícil. El ver a sus compañeros ir al wc hace que Teresa les imite y quiera ser una igual. Hemos comprado un orinal nuevo precioso para empezar de cero y el ¡¡campeona, campeona!! y ¡¡bieeeeen, que Teresa ha hecho pis o caca en el orinal!! suenan cada vez con mas frecuencia en casa.
Ha sido en APANID donde tantos ánimos y consuelo hemos recibido siempre. La niña que han visto después de dos años no tiene nada que ver con la que recordaban. Se despidieron de una peque desmadejada y han encontrado unas piernas fuertes que no paran de correr.
Mínimas coincidencias con el diagnóstico que nos dieron unos meses atrás en Soria, ese en el que según los profesionales que la examinaron no llegaba a conseguir objetivos de 24 meses e incluso de 18. Teresa a día de hoy ha superado todos los objetivos de dos años y medio y practicamente los de 3. En estos momentos se da uno cuenta de lo importante que es valorar en positivo, nunca en negativo.
La profesora de nuestra sexta hija nunca ha tratado con un niño con SD y para ella supone un reto que la entusiasma. Muy contenta de ver como la protagonista de este diario ha empatizado con ella, teniéndola como persona de referencia y que es fundamental para la posterior relación del día a día. Unas ganas tremendas de participar en las actividades de la clase que la han llamado mucho la atención a Mari Fe. Una suerte que la psicóloga del centro llamada Nines haya trabajado durante bastante tiempo en la Fundación Síndrome de Down.
Logopedia en el colegio, logopedia en APANID, psicomotricidad en el colegio, psicomotricidad en APANID. Mucho trabajo para seguir avanzando a un ritmo vertiginoso.
Casi incrédula al observar que todo llega con una "normalidad mas normal" de lo que suponíamos.