Cuenta la leyenda que existía un rey al que le llegó la noticia de que todas las noches un pastor en lo alto de la sierra hablaba con una estrella. El rey mandó llamar a ese pastor para ordenarle que le diese esa estrella y, a cambio, recibiría muchas riquezas. El pastor rechazó la oferta porque prefería ser pobre a perder su estrella. Volviendo a su cabaña, el pastor escuchó a la estrella cantar una dulce melodía. Ella tenía miedo de que el pastor se dejase llevar por la ambición de la riqueza. El pastor se lo negó y sonrió con aquel pensamiento de la estrella. Entonces prometieron ser siempre amigos y el pastor exclamó: “De hoy en adelante, esta sierra pasará a ser la Serra da Estrela”. Según la leyenda, en lo alto de la sierra, aún hoy, se ve una estrella que brilla de manera diferente a las otras, en busca de su amigo.