Un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza (UNIZAR), concreta que el 68,2% de los 78 pacientes incluidos en el estudio de la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones del Hospital Nuestra Señora de Gracia de la capital aragonesa indica que desearía abandonar el hábito tabáquico.
La investigación, dirigida por Isabel Nerín, profesora y directora de la Unidad de Tabaquismo del Departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, pone de manifiesto la conveniencia de ofrecer el tratamiento del tabaquismo en los centros de drogodependencias y alcoholismo de España, y de superar el convencionalismo de que las personas con trastornos adictivos son incapaces de dejar de fumar. Por otro lado, el consumo combinado de sustancias adictivas y el tabaco aumentan el riesgo de morbimortalidad cardiovascular, pulmonar, neoplásica, infecciosa y otras.
Los expertos han querido conocer la prevalencia del consumo de tabaco, la motivación y los intentos para dejar de fumar en los pacientes en Tratamiento de Mantenimiento con Metadona (TMM) estabilizados. El estudio descriptivo, realizado entre mayo y julio de 2007, se centró en el grupo de pacientes estabilizados con metadona en comprimidos con más de 6 meses en TMM. Para ello se entrevistó a un total de 78 pacientes, 54 hombres y 24 mujeres, con una edad media en varones de 40,5 años y 37,6 años en mujeres. En el momento en el que iniciaron el tratamiento con metadona, 77 pacientes eran fumadores (96,2%). A lo largo del TMM, 10 pacientes dejaron de fumar y solo tres de ellos utilizaron tratamiento con parches de nicotina. Igualmente se observó una disminución en el número de cigarrillos por día en el momento del estudio con respecto al inicio del tratamiento.
En el estudio, los pacientes en su mayoría (80,5%) dejarían de fumar por motivos de salud, bien porque lo consideran perjudicial, o por presentar algún síntoma relacionado con el consumo. No obstante, el 68,2% de los pacientes manifiesta que desearía dejar de fumar, porcentaje similar a la población general, que oscila entre el 60 y el 70%. El tratamiento médico con metadona está indicado para la adicción a opiáceos, reduce y/o elimina el uso de heroína, disminuye los porcentajes de mortalidad así como los delitos asociados al consumo y permite al paciente mejorar su salud, su calidad de vida y situación social. También reduce la transmisión de enfermedades infecciosas como la hepatitis y el VIH. Los pacientes en tratamiento con metadona se caracterizan por presentar enfermedades crónicas y/o dependencia de otras drogas y mayor prevalencia de patologías mentales que la población general.
La dependencia asociada más frecuente es el tabaquismo. Entre los consumidores de heroína está muy extendido el consumo de otras drogas: tabaco (100%), alcohol (99,1%), cannabis (71%), cocaína (70,8%), alucinógenos (59,6%), anfetaminas (48,5 %) y éxtasis (44 %).El tabaquismo se relaciona con el 30% de los cánceresEl tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo. En España la mortalidad atribuida al consumo de tabaco es mucho mayor que la provocada por el consumo de drogas ilegales, sida y accidentes de tráfico juntos. Asimismo, es responsable de una pérdida media aproximada de 10 años de vida. Se relaciona con más de 25 enfermedades y causa el 30% de todos los cánceres, enfermedades respiratorias (75% de bronquitis crónica, enfisema y asma) y de un alto porcentaje de las enfermedades cardiovasculares (25 % de cardiopatía isquémica)
El 44% de los centros en España, sin tratamiento antitabacoA pesar de la altísima prevalencia del consumo de tabaco en los pacientes en TMM, en una gran mayoría de los centros no se oferta tratamiento para el abandono del tabaco y tampoco se evalúa o aconseja a los pacientes en relación con su consumo. En España es muy irregular la oferta de tratamiento del tabaquismo en los centros de drogodependencias y alcoholismo. En un estudio realizado en 2004 a nivel nacional sobre tratamiento del tabaquismo en estos centros, en el que participaron 142 centros de 11 comunidades autónomas, se concluyó que el 44,4% no realizaba ningún tipo de tratamiento.
**Universidad de Zaragoza