En un mundo como en el que nos toca vivir, en el que todo es inmediato y perecedero (las fotos, los textos, los tuits, los me gusta) me alegra encontrar este texto que escribí hace diez años y sentir que SIGO SIENDO YO, por encima de circunstancias, de redes sociales y de miedos. Os dejo conmigo:
Soy de Salamanca, ciudad de la que me siento muy orgullosa y que me ha prestado su universidad, sus secretos y sus paseos. Cuando me ve escribir, la gente me pregunta “¿eres zurda?” y yo siempre contesto “si, soy zurda”. Ya no me muerdo las uñas pero sigo siendo muy nerviosa. Eso si, sólo por dentro. Igual que cuando me enfado. Sólo por dentro. Me ha costado veinticinco años encontrar las tres palabras que mejor me definen: soy observadora, curiosa y concienzuda. Por eso escribo. Le pongo palabras a todo lo que observo. La curiosidad me invita siempre a observar más. Y una vez que escribo, lo hago a conciencia. Observadora, curiosa y concienzuda. Sólo me asusta no saber. Tengo tantos libros favoritos como días tiene el año. Leo porque con cada libro he sido una persona distinta, más arriesgada, más inteligente, más sensible,…Tengo la sensación a veces de que vivo en un sanatorio para locos, pero normales. Y aún asi, todas las mañanas, me alegro infinitamente de volver a levantarme.