Cuando nos hacemos conscientes del poder que habita en nosotros, estamos creando realidades. A cada ser su intuición le habla, de muchas maneras, solo que a veces el ruido de su vida cotidiana no le permite escucharla. Nunca creas que es demasiado tarde como para experimentar esa fuerza interior que llevas dentro y comenzar a transformar tu Ser.
La intuición viene del Alma y es la que nos da la capacidad de captar la energía de las cosas, de sentir, de ver más allá de nuestros ojos, se puede decir que la intuición es la que nos permite detenernos en ciertas circunstancias porque sentimos que algo no está bien. Cuando esto te sucede te asombras y no sabes qué pasa en tu vida, comienzas a cuestionar muchas cosas, porque algo te está diciendo que ese no es el camino ¿Cuántas veces no has sentido que vas a algún lugar y una parte de ti siente que no deberías?
Se suele a veces experimentar sensaciones físicas que te gritan “Quédate” eso, estimada hermana o hermano, es la intuición. Cada ser humano vino a este mundo con poderes intuitivos y para fortalecerlos hay que estar en una constante búsqueda de conectarnos con nuestra esencia divina. La mente, que no tiene poder para sí misma, nos roba ese poder intuitivo, si le permitimos que nos arrope con las dudas, con los cuestionamientos y bajo la incertidumbre no puede actuar la intuición, porque se nubla el entendimiento.
La luz que llevas dentro de ti no puede salir a flote si no hay puertas ni ventanas abiertas, y estas solo pueden abrirse si estás dispuesto a conectarte con la divinidad que habita en ti. Lo que no es intuición es la interpretación que hace la mente de las cosas, eso es una especie de trampa que ella te hace.
Cuando sentimos que estamos recibiendo un mensaje divino, proveniente de esa intuición, deberíamos sentir paz, gozo, una tranquilidad de saber que lo que decidimos hacer es lo correcto, eso sí forma parte de la voz interior. Cuando proviene de la mente, aún sientes angustia, dudas, he ahí la diferencia y esto aplica para cualquier tipo de mensaje que creemos estamos recibiendo, a veces de los ángeles o de nuestro propio maestro.
Somos afortunados de ser seres racionales y al mismo tiempo espirituales, diferentes a los animales, nosotros tenemos el poder de transformarnos sí hace lo decidimos y como ves, hay muchas formas de comenzar a hacerlo. Hasta una próxima publicación…
Zuluan Orion