Me ha apetecido hablar de ella porque es un diseño que acabo de incluir en uno de mis últimos proyectos, concretamente he situado una en un dormitorio masculino, desenfadado pero al que no le podía faltar la elegancia. Me encanta porque no deja a nadie indiferente, te puede gustar más o menos pero lo está claro es que no va a pasar desapercibida.
Seguro que la habéis visto en infinidad de ocasiones, en diferentes tejido y colores y combinándola con varios estilos y es que da mucho juego. La silla Butterfly o BKF fue diseñada a principio del S.XX por tres arquitectos y de aquí le viene el nombre ya que le dieron la primera sigla de cada apellido. Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari-Hardoy convirtieron este diseño en un icono por todo el mundo.
Estos tres arquitectos trabajaban en el estudio de Le Corbusier, en París, y aunque fue diseñada por Jorge Ferrari en el momento más dulce de su carrera, fue presentada como por tres en el salón de Artistas Decoradores de Buenos Aires en 1940. Una anécdota es que el diseño le gustó tanto a Edgar Kaufmann, hijo, que en ese momento era el director del departamento de diseño industrial del MOMA en Nueva York, que decidió comprar tres unidades. Una se quedó en el museo, otra fue a la casa de sus padres, si, era el hijo del propietario de la famosa "casa de la cascada" de Wright y la última, nadie sabe donde está.
Os podría contar unas cuantas historia más que rodean el diseño de esta silla pero no quiero aburrir aunque a mi me fascina cuando tengo la ocasión de conocer la historia de cualquier objeto, construcción o realmente lo que sea que tenga una historia detrás. Actualmente la primera silla se encuentra en el MOMA de Nueva York pero hoy en día hay cantidad de imitaciones en diferentes colores y materiales. Son muchas las marcas que las comercializan y que nos ofrecen las posibilidad de poner en nuestras casas un icono del S. XX. Espero que os haya resultado interesante la historia, de esta forma cada vez que veáis esta silla sabréis un poquito más de ella.