Silla más que sillas

Por Jose Peral @Centrolandia

Articulo de www.centrolandia.com/blog/

Es evidente que al tiempo que escribo estoy sentado.

Me acomodo en mi silla al tiempo que mis codos buscan el apoya brazos y… no está.

A pues esta no, quiero la mía- me digo mientras me levanto en busca de “mi silla”, faltaría más, estar cómodo es vital, es la esencia del momento, nuestro momento.

 

Todos hacemos referencia a “mi silla”, sin ella no es igual, cuándo tienes invitados y llega el momento de sentarse todos te miran y esperan para precisamente no sentarse en tu silla.

 

¿Qué que tiene de especial?, todo.

 

Cuándo Achile Castiglioni comenzó a diseñar ya pensaba en nosotros, muy posiblemente te hayas sentado en algún rincón del mundo sobre algún diseño suyo, el mobiliario urbano y sus múltiples soluciones empezaron con él. Será seguramente el diseñador más relevante de la época y eso a pesar de graduarse en Milán en 1944 mientras Europa se debatía entre fusiles la segunda guerra mundial.

 

Mi silla es mi silla, a ti puede parecerte más o menos atractiva pero si yo no estoy en ella lo sé, tan solo necesito… sentarme.

¿Te has decantado alguna vez por alguna terraza en lugar de otra al ir a tomar algo simplemente por sus sillas?, si verdad, culparemos de ello a Xavier Pauchard.

 

Gracias a sus estudios y el trabajo con su padre se dio cuenta de que galvanizando las sillas de metal o hundiéndolas en zinc conseguía resultados espectaculares en cuánto a durabilidad y almacenamiento, efectivamente, esas sillas que ves apiladas en las terrazas ocupando muy poco espacio son idea de Xavier.

 

No todos trabajaban en el exterior, el nombre de la silla bien podría cambiarse por el de Eames. La popular silla Eames toma el nombre de su creador Charles Eames.

El moldeado de distintos materiales le llevó a realizarse como diseñador y perdurar en el tiempo, recibió el Royal Gold Medal Award un año después de fallecer, muestra de su gran dedicación y talento, no en vano es considerado el diseñador más influyente del siglo XX.

Esta en ella, cómodo, es la tuya.

La de Harry Bertoia estaba hecha con alambres.

¿Qué pensarían de él en la década de los 60 do se lo ocurrió convertir barras de metal en cómodas sillas de salón?

Sé que ahora parece evidente hacer sillas o mobiliario con todo tipo de materiales, pero los diseñadores han tenido que lidiar con muchos prejuicios antes de poder hacer realidad proyectos que estaban claros en su mente pero tenían que ser aceptados por el público.

Eero Saarinen, finlandés afincado en Michigan desde los 13 años unía sus conocimientos sobre diseño modernista con las tendencias adquiridas en sus viajes por el norte de áfrica.

El Aeropuerto internacional Washington Dulles es una muestra de ello.

Si alguna vez piensas en el espacio lo harás sentado en una silla de Verner Panton.

Plásticos redondeados y colores intensos hacen de su obra un paseo por los planetas de nuestra galaxia.

No importa cuál es tú estilo, siempre hay alguien que lo diseña con el entusiasmo que solo un granb creador puede transmitir.

Nosotros los conocemos a todos, los tenemos para ti, somos tú diseño en muebles.

Siéntate, ponte cómodo y escoge. Es tu decisión, es nuestra pasión.