Llegó el verano al sur de Inglaterra y con eso llegaron muchas cosas nuevas.
Ha sucedido lo que imaginábamos y nos han puesto a casi todos de patitas en la calle. Por un lado es un problema porque implica que mi vida está en “stand by” y las posibilidades de seguir viviendo donde vivo se reducen considerablemente.
Entre tanto he sacado tiempo para jugar con una vieja camiseta de rayas y una de las sillas que me compré por tres libras en “Salvation Army”. La silla esta tan bien echa que resulto sencillo “retapizarla” y darle un aspecto más fresco. En cuanto me compré una grapadora de tapicero me lo tomo más en serio. De momento me ha servido para enredar un rato y tener por fin una excusa para escribir algo por aquí.