Situación actual del pensamiento burgués
Bien sabido es: los burgueses de hoy tienen miedo. En todos los libros, en todos los artículos, los discursos que expresan su pensamiento, es este pánico lo que ante todo salta a los ojos. Según una fórmula cara a Malraux, “Europa ha dejado de pensarse en términos de libertad para pensarse en términos de destino”.
Pero el destino de Occidente, como el de todas las civilizaciones, según Spengler -de quien proviene esta terminología-, es su muerte. Muerte de Europa.
Declinación de Occidente. Fin de un mundo, fin del mundo. La burguesía vive a la espera del cataclismo inminente que la abolirá. “Entre las ruinas se lloran ya las ruinas futuras”, escribía Alfred Fabre Luce hacia 1945.
“Profusión de desastres inducen hoy al hombre a preocuparse por su obra, a dudar del valor de la civilización misma. No sólo se interroga; en el acto se desespera, se mofa de sí mismo” (Roger Caillois, en Liberté de l’Esprit, 1949).
“La sociedad necesita superhombres, porque ya no es capaz de dirigirse, y la civilización de Occidente está socavada en sus cimientos” (Alexis Carrel: Réflexions sur la Conduite de la Vie, 1950) .
“Nos encontramos hoy entre un fin y un comienzo. También nosotros tenemos nuestros terrores. El proceso en que estamos comprometidos será largo y terrible” (Jacques Soustelle, en Liberté de l’Esprit, 1951) .
“Todos conocemos la amenaza que pesa sobre la civilización occidental en lo que tiene de más precioso: la libertad del espíritu”. (Rémy Roure, en Preuves, 1951.)
Y así sucesivamente.
S i m o n e d e B e a u v o i r
De “E l P e n s a m i e n t o P o l í t i c o d e l a D e r e c h a” PDF