En la sencillez de lo esencial manifestado en nuestras emociones radica la felicidad! Así de contundente! Fluir en nuestra vida, sentir lo que sentimos en nuestro interior y buscarle su sentido es todo lo que necesitamos. Para ello, debemos abandonar la complejidad creada por nuestra mente y nuestro mundo loco. Y la Naturaleza es la gran maestra de la sencillez, pues en ella todo tiene su sentido propio, su momento, basado en la simplicidad y en lo esencial, que convierten a cada ser en una parte fundamental y esencial del Universo! Nada sobra, todo forma parte del Cosmos y del devenir de la vida… incluso tú mismo, esa singularidad irrepetible que aporta al Todo tu individualidad, tu crecimiento junto a los otros y el sentido fundamental de tu vida! Despójate de la complejidad de tu mente y de tu mundo, ábrete la simplicidad de tu corazón y disfruta de la belleza esencial de una emoción intensa de amor ante un ser amado, cualquier una flor, la mirada de un niño o un hermoso paisaje!
La simplificación, un camino para “avanzar hacia el invierno a fuerza de primaveras”
Es cierto que usando cada día estos “5 dedos” viviremos equilibradamente, pero hay algo más que es necesario incorporar a nuestra vida para ser libres y vivir muchos años… siempre con espíritu joven, llenos de ilusión: la simplificación.
La vida en la sociedad de consumo, nos conduce normalmente hacia el camino opuesto a la simplificación: La complicación.
Y la complicación crea un estado de ansiedad, de tensión, de falta de salud, de falta de sueño, de falta de paz interior, y de carencia de esto que es tan importante para vivir feliz: disfrutar de cada momento con intensidad viviendo con la consciencia de que ahora es el momento más importante de mi vida, haga lo que haga, esté con quien esté. ¿Y cómo se tiende a la simplificación?. Pues “simplemente” usando de todo lo necesario, pero sin abusar de nada. En dos palabras, no siendo esclavo de nada ni de nadie. Reduciendo en cuanto se pueda las apetencias habituales de cosas innecesarias que nos materializan.
Y la simplificación, ¿por qué es tan importante para vivir con plenitud y poder avanzar hacia el “invierno” de nuestra vida a fuerza de primaveras? Si tú te dejas llevar por los dictados de la sociedad de consumo y su martilleo publicitario, no podrás sosegarte nunca; cuando acabes de estrenar un coche o una embarcación, y sin tener tiempo de saborearlos, ya estarás nervioso pensando en adquirir ese nuevo modelo más lujoso más potente o más grande que quizá tiene un amigo o un vecino. Esto se complica con el insistente “beba esto”, “compre aquello”, “haga esto”.
Hay que ser fuerte y andar algo contra corriente, pues de otra forma, y sin muchas veces darnos cuenta, somos “arrastrados por esa corriente”.
Algunos son víctimas de esta “competencia social” que se organiza para lucir más, dar una cena mejor… y pierden la paz hasta olvidar el espíritu.
Y así se pierde, poco a poco, esta maravillosa facultad de la contemplación que te permite ver cómo el mar cambia de colores a cada momento, o cómo las nubes cambian de nariz; que te da la sensibilidad para ver la belleza de un paisaje o de un rostro o para saborear una conversación de amigos.
Usa de todo lo bueno y necesario, sin abusar de nada. Acostúmbrate a apreciar todo lo que de bueno y bello nos ofrece la vida y que aún hoy puede encontrarse gratis. Por regla general, los hombres que son verdaderamente grandes saben cómo buscar la simplificación, la sencillez.
“Vivir para vivir siempre” de Jaime Borrás
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