El ser humano desde su nacimiento tiene la necesidad de cuidados, protección, de atención y de apego. Así, cuando existen déficits en estas atenciones a los hijos por parte de la madre o cuidadores es cuando aparece el síndrome de carencia afectiva.
La carencia afectiva se define como una situación en la que el niño ha sufrido privación afectiva (atención, cuidados, muestras de cariño) de forma que afecta negativamente en la maduración de la personalidad del niño por falta de la misma. Así, la ausencia de estimulación afectiva durante la infancia puede provocar la aparición de trastornos que se pueden expresar en afectivos, somáticos o conductuales.
Esta falta de afecto por parte de la madre produce en el niño un estado psicológico caracterizado por miedo, abandono, inseguridad, etc. y puede provocar la búsqueda y reafirmación continua de afecto.
Esta carencia afectiva puede aparecer por diversas circunstancias como el trabajo, maltrato o abandono propiciado por situaciones familiares que desbordan a la madre paralizándole en el desarrollo de sus funciones parentales (fallecimiento del padre, fallecimiento de otro hijo, separación, consumo de drogas, etc. ) y dejan al niño desatendido a nivel afectivo y de atención para cubrir sus necesidades básicas.
¿Cómo afecta psicológicamente la ausencia o percepción de ausencia de la madre?
El desarrollo del niño es un proceso continuo a nivel físico, de personalidad y relacional. Los niños desde pequeños necesitan muestras de amor mediante besos, caricias, palabras cariñosas que estimulan un adecuado desarrollo, crecimiento y maduración cerebral. Sin estas muestras de afecto por parte de la madre, el niño no se desarrolla adecuadamente en el plano afectivo, físico y mental.
La percepción de esta carencia afectiva provoca malestar, sensación de soledad y vacio producido por esa necesidad afectiva no cubierta y la búsqueda de aprobación constante para satisfacer esa necesidad.
Síntomas que pueden presentar los niños que tienen estas carencias:
Los niños que no se sienten queridos por sus padres pueden desarrollar trastornos psicológicos. Algunos síntomas son: desconfianza, deficiente habilidad social, ansiedad, etc.
Según su edad, el niño puede presentar diferentes síntomas:
- Bebes- Suelen llorar mucho y pueden aparecen enfermedades infecciosas.
- Edad infantil- trastornos en el lenguaje
- Edad escolar- baja autoestima, trastornos de aprendizaje, celos, fracaso escolar...
- Preadolescencia- trastornos del comportamiento, retraimiento, problemas en las relaciones sociales, hostilidad.
- Adolescencia- consumo de drogas, conductas impulsivas, incumplimiento de normas, baja autoestima, ansiedad...
Estos síntomas se suelen mantener hasta la vida adulta afectándonos a nuestras habilidades y haciéndonos dependientes emocionales. En la edad adulta afecta a la capacidad de adaptación, seguridad, autoestima, estabilidad en las relaciones personales y encuentros sexuales. Además, en muchos casos, presentan ansiedad y sintomatología depresiva.
¿Te sientes inseguro y eres dependiente emocional? ¿Necesitas de la aprobación de los demás continuamente? ¿Por qué no me siento querido? ¿Crees que has tenido carencia afectiva? En psicólogos Málaga Psicoabreu somos especialistas en el tratamiento de ansiedad y problemas emocionales. Con la terapia psicológica le ayudaremos a superar su problema y mejorar su calidad de vida.