Sea como fuere, lo cierto es que una buena mayoría de consultas se rigen por agendas cuyos huecos se reparten cada 5 minutos, muchas se configuran cada 6, y las menos dan cita cada 7 minutos, existiendo algunas de mayor privilegio -como la de la fotografía- que asignan orden de cita cada 8 minutos, siendo sus espacios de tiempo un 60-70% superiores a los de la mayoría.
Tales privilegios, también es verdad, no repercuten de un modo llamativo en la nómina de los médicos, más sí y como resulta comprensible, en la calidad de su trabajo y del trato que dispensa y del que se beneficia el paciente.