Mi último post fue publicado el pasado 10 de mayo. Constatación 1: jamás había tardado tanto, de forma consciente, en publicar el post siguiente. ¿Se deduce de esto que estoy abandonando el blog? Constatación 2: no. ¿Es éste post una más de las aburridas afirmaciones "mmmm, estoy saturado...Mmmmm, no tengo tiempo...Mmmm, estén ustedes preparados para el siguiente post, llega pronto!". Constatación 3: sí.
Algunos queridos amigos me dicen: tienes que publicar posts como si fueran columnas de dominical, con una breve introducción, presentación del vino y comentario escueto. Y ya está. Y así sales del paso y sigues publicando. No negaré que a veces lo he hecho, pero no ha sido por salir del paso, sino porque me apetecía hacerlo de esa manera. ¿Es éste el enésimo post metabloguero de Gómez Pallarès? Constatación 4: no. Durante estos días pasados (más de 12 en realidad) me han pasado muchas cosas interesantes y atractivas para contar. Pero necesitan su tiempo de reflexión, su momento de maduración, sus horas ante el teclado y la pantalla. Y por ahora, no llegan...Constatación 5: en el blog sólo publico cosas meditadas, reposadas y de cierto alcance (a mi modesto modo de ver las cosas, claro).
No dejo de publicar, durante estos días, y el resto del año en que ando más reposado, en twitter y en Instagram. Aquí sí: notas más breves con vinos que tengo la suerte de ir bebiendo. Ni de contestar las cosas que surgen en Facebook. Pero en el caso de De uinis, la línea editorial está claramente marcada por el jefe desde hace mucho tiempo: el microblogging no es el objetivo de este blog. Así pues, algunas de las maravillas que me han sucedido estos últimos días tendrán que esperar un poco en la despensa. Y espero que con su buena maduración, saldrán. Por ejemplo, una extraordinaria vertical de Álvaro Palacios, Finca Dofí, y de Orto Vins, Palell, a cargo de Joan Assens y Oriol Castells (2011 a 2014). O una presentación de garnachas en la que destacó (para mí...) un vino del que ya hablé, pero de la que quedó otro en el tintero del que quisiera hablar: L'Espectacle 2012 (me falta una foto, Isabelle...). O 24 horas de charla y cata y descubrimientos en Fenavín, con, entre otros, las bodegas de Inkordia Wines, Roca Madre, El Camarote Cellars, La Vinya Oculta, etc. O un momento único, en el yacimiento arqueológico del siglo II a.C., de can Tacó (entre Montmeló y Montornès del Vallès), en que pudimos gozar de los enormes Confiança y Valentía 2014 de Còsmic Vinyaters.
Hoy mismo sucederán muchas cosas emocionantes también, en l'Empordà (Apoikía). Y la semana que viene en el Priorat (Espai Priorat III). Y en ambas voy a tener el placer y la responsabilidad de charlar un rato para ir proponiendo nuevas piezas de mi puzzle emocional actual alrededor del vino. Como tan bien describía mi amigo Mariano en su último post, "algo está cambiando" en el mundo del vino en España, y entre todos estamos haciendo que se produzca, se beba, se viva y se difunda de otra manera. Mi periplo actual terminará el 6 y 7 de junio en Segovia. Y me prometo a mi mismo no volver a acometer un mes y medio parecido: constatación 6.
Petición 1: tengan ustedes un poco de paciencia. Por favor. Si no, me veré obligado a reinventarme de nuevo. El número de lectores del blog, és lógico, baja si no hay posts cada X días (mi único contador, el que proporciona Blogger en su sistema, así lo dice). Constatación 7: no escribo para un número determinado de lectores, sean más o menos, sino para los que leen con interés, los que sean. Constatación 8: lo haré, por supuesto, si hace falta me reinvento. Vamos a convertir este pequeño momento de silencio en una oportunidad. Precisamente en Can Tacó, pude hablar de la última perla que he descubierto y pude conectarla con los vinos que bebíamos en ese momento.
En efecto, lo más importante para mí y para mi comprensión de las cosas en la Tierra, ha sido conocer que el sistema solar se mueve a razón de 70.000 km/h por el Universo que apenas conocemos. Lo hace en forma de doble hélice (como muestra la imagen superior). No podemos notarlo, no podemos verlo, pero sucede y tiene su evidente influencia en nosotros y en todo lo que hacemos y sentimos en la Tierra. Lo segundo más importante: este sistema de doble hélice tiene la misma forma de aquello que mueve las cosas más invisibles de nuestro cuerpo y nuestra mente, el ADN/DNA, del que sabemos a la perfección cuál es su estructura y forma: doble hélice (diagrama inferior). Esta conexión entre la magnitud mayor de las cosas en el Universo y la menor me tiene estupefacto. Petición 2: ¿alguien me puede dar una explicación que vaya más allá del azar? Me gusta pensar que hay un montón de otras cosas en la Naturaleza que siguen este patrón de "conducta", por ejemplo, la forma en que la vid se emparra en una estaca o una pared cuando dejamos que su naturaleza de liana se exprese con libertad y no la tratamos como a un bonsai.
Constatación 9: el blog sigue, a su ritmo adecuado, el que toque en cada momento, pero sigue. Petición 3: ¿se quedan?