Sobreconsumo de carne roja y sus consecuencias

Por Blogdefarmacia.com

Hoy en día es muy habitual comer carne cada dos por tres. Tan sólo hace unas décadas, la verdura o el pescado eran alimentos importantes, pero por desgracia, en la sociedad actual el consumo de carne, sobretodo la denominada como “roja”, se encuentra demasiado normalizado.

Chorizo para desayunar, bistec para comer y salchichas para cenar. ¿Quién no ha consumido esta combinación al menos una vez?

De acuerdo a los resultados de reconocidos estudios, el consumo excesivo de carne roja se ha relacionado con diabetes, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y artritis, entre otros trastornos más graves, como un mayor riesgo de padecer diversos cánceres.

Otros análisis de hace tan sólo unos días demostraban una estrecha relación con el consumo desmesurado de carne roja y la pérdida de visión progresiva.

¿Debemos darte la solución para evitar estas consecuencias?

No lo creemos necesario, puesto que bastará con reducir nuestro consumo de carne en general, prestando especial atención a la roja. Habitualmente se establece como límite semanal un par de tomas de carne roja, y otras dos o tres de carnes blancas como las del pollo o el pavo.

Además, se recomienda seguir una dieta mediterránea tradicional que comprenda abundantes verduras, frutas frescas, legumbres, pan, cereales, pescado, frutos secos, aceite de oliva y carne en su justa medida.

En datos estadísticos, un equipo de investigadores de EEUU determinó hace ya algunos años que aquellos sujetos que ingieren una hamburguesa grande de vaca o cerdo todos los días incrementan su riesgo de muerte por cáncer en un 22%. De la misma forma, esas cifras también elevaron el riesgo de esas personas en un 27% más de posibilidades de fallecer frente a otros sujetos neutrales

En resumen, nadie está diciendo que se prohíba el consumo de carne, pero sí que debemos regularlo, y muy especialmente el de la carne roja, si es que queremos alargar unos años más a este regalo llamado vida.