Rompiendo mitos..... En el cuerpo humano tenemos una hormona producida de manera normal, producida por una glándula localizada en la parte anterior de nuestro cuello. La importancia de las hormonas tiroides reside esencialmente en que son una especie de <<aditivo>> para nuestras células. Provocan de esta manera la especialización de las células en desarrollo, como las del feto, y el mantenimiento y equilibrio metabólico de las células del adulto. Los trastornos de la tiroides son el resultado principalmente por procesos autoinmunes que pueden provocar dos tipos de tiroides, uno de ellos es el hipertiroidismo que es causado por la sobreproducción de hormonas, el otro es el hipotiroidismo que es a consecuencia de la destrucción de la glándula tiroides, produciendo así la disminución de producción de hormonas. Los síntomas más comunes en el hipertiroidismo son la taquicardia, insomnio, intolerancia al calor, perdida de cabello, depresión o irritabilidad, y comer demasiado pero curiosamente con pérdida de peso. Los síntomas del hipotiroidismo son frio intenso por la pérdida del generador de calor, piel reseca, lengua gruesa, aumento de sueño, lenguaje y pensamiento lento, aumento de peso sin apetito. Y este aumento de peso, que además es moderado, es a consecuencia de la retención de líquidos, que es denominado mixedema por los médicos, y se considera más una hinchazón que obesidad. Los alimentos contraindicados para el hipertiroidismo e hipotiroidismo, no comer alimentos con demasiada sal, ni con gran contenido en yodo (Jamón serrano, mariscos, bacalao, arenque, atún, salmón, etc), lo más importante es seguir una dieta y alimentación equilibrada durante todos los días. La obesidad no se debe al tiroides, si no al desequilibrio alimenticio y a la pobre actividad física y al sedentarismo, por eso es bueno seguir día a día unas buenas prácticas de alimentación saludable.
Rompiendo mitos..... En el cuerpo humano tenemos una hormona producida de manera normal, producida por una glándula localizada en la parte anterior de nuestro cuello. La importancia de las hormonas tiroides reside esencialmente en que son una especie de <<aditivo>> para nuestras células. Provocan de esta manera la especialización de las células en desarrollo, como las del feto, y el mantenimiento y equilibrio metabólico de las células del adulto. Los trastornos de la tiroides son el resultado principalmente por procesos autoinmunes que pueden provocar dos tipos de tiroides, uno de ellos es el hipertiroidismo que es causado por la sobreproducción de hormonas, el otro es el hipotiroidismo que es a consecuencia de la destrucción de la glándula tiroides, produciendo así la disminución de producción de hormonas. Los síntomas más comunes en el hipertiroidismo son la taquicardia, insomnio, intolerancia al calor, perdida de cabello, depresión o irritabilidad, y comer demasiado pero curiosamente con pérdida de peso. Los síntomas del hipotiroidismo son frio intenso por la pérdida del generador de calor, piel reseca, lengua gruesa, aumento de sueño, lenguaje y pensamiento lento, aumento de peso sin apetito. Y este aumento de peso, que además es moderado, es a consecuencia de la retención de líquidos, que es denominado mixedema por los médicos, y se considera más una hinchazón que obesidad. Los alimentos contraindicados para el hipertiroidismo e hipotiroidismo, no comer alimentos con demasiada sal, ni con gran contenido en yodo (Jamón serrano, mariscos, bacalao, arenque, atún, salmón, etc), lo más importante es seguir una dieta y alimentación equilibrada durante todos los días. La obesidad no se debe al tiroides, si no al desequilibrio alimenticio y a la pobre actividad física y al sedentarismo, por eso es bueno seguir día a día unas buenas prácticas de alimentación saludable.