En este nuevo post sobre los ictus y los derrames cerebrales se abordará algo de vital importancia...¿cómo sobrevivir a un ictus? o cómo el ser humano es capaz de sobreponerse a este tipo de daño cerebral. En un artículo anterior del blog se abordaron algunos de los principales síntomas neuropsiquiátricos que pueden dejar como secuela este tipo de daños cerebrovasculares, el lector interesado puede consultarlo en el siguiente enlace directo... Los Accidentes Cerebrovasculares: Ictus y Derrame Cerebral (II)Para ilustrar la temática del afrontamiento y supervivencia trar un ictus he considerado que, más allá de resumir algunos datos y estudios sobre la cuestión, sería mucho más elocuente y significativo exponer el caso real de una persona que con 24 años sufrirá un ictus del que no sólo logrará sobrevivir sino que incluso, unos años después, llegará a plasmar toda su historia de superación en un emocionante libro.EL CASO de ISABEL PALOMEQUE:El 28 de febrero de 2004 Isabel tenía 24 años y toda la vida por delante. Este día había concertado una cita con unos amigos para cenar, a lo largo de esta velada Isabel sufriría un ictus que le cambiaría la vida. En aquel trágico momento en que Isabel pudo sentir como la mitad derecha de su cuerpo se paralizaba mientras balbuceaba palabras sin sentido, resultó crucial que uno de los asistentes de la cena fuera médico, concretamente su novio, que supo identificar claramente lo que estaba pasando y llevarla al hospital más cercano, el Vall d'Hebron en Barcelona.Al día siguiente fue operada de urgencia, trepanaron su cerebro para poder acceder a la zona donde se encontraba la hemorragia cerebral, pues Isabel había sufrido un tipo de ictus que se denomina hemorrágico, o más popularmente conocido como derrame cerebral. Este tipo de ictus puede propiciar severos daños en las estructuras neurológicas del cerebro al incrementarse la presión intracraneal debido al aflujo de sangre que produce la rotura de algun vaso o arteria cerebral.
Isabel Palomeque
Sus primeras palabras tras la delicada operación fueron "¿Soy?" y "Significa" una forma de lenguaje rudimentario con la que intentaba expresar algo parecido a ¿Quién soy yo y que me ha ocurrido?. Precisamente Isabel recordará años después en alguna entrevista como los síntomas afásicos fueron una de las secuelas que más le llegaron a afectar. Las dificultades que tenía para poder comunicarse le resultaban desconcertantes..."no sé por qué me ocurre, comprendo el catalán pero no logro verbalizarlo”. Se sintió atrapada dentro de su cuerpo, llegando a sentirse indentificada con lo que le ocurrió a Jean Dominique Bauby, un dramático caso que ya se abordó en otro post del blog: El Síndrome del CautiverioTambién hubo de hacer frente a otro tipo de síntomas que fueron apareciendo (incontinencia y ataques epilépticos, entre otros) por lo que la la historia de Isabel se fue convirtiendo en toda una lucha de supervivencia y superación...de un coma, de numerosas infecciones y de un pronóstico médico inicialmente desalentador ("muy pocas posibilidades de sobrevivir"). Afortunadamente los médicos erraron en su pronóstico, ¡Isabel sobrevivió! pero con importantes secuelas, tantos físicas como neuropsicológicas, a las que intentará ir haciendo con gran coraje y determinación.A lo largo del siempre duro y difícil proceso de rehabilitación Isabel sentía cada día con más fuerza que no se iba a rendir o dar por vencida..."Voy a beberme cada gota de agua de esta vida” llegará a decir. Aunque las pérdidas han sido muchas y ha tenido que ir renunciando a cosas que antes le gustaban, como nadar o esquiar, puedo descubrir nuevos intereses en la danza integrada, algo que que resultaría sumamente positivo para su rehabilitación.Isabel aún tiene dificultades para leer y escribir con normalidad y ha tenido que aprender a usar la mano izquierda, pero con todo sigue adaptándose a las nuevas circunstancias que le ha deparado su nueva vida y todo lo vivido ha quedado plasmado en un libro, que ha podido escribir con la ayuda de la periodista Mónica Massagué, un libro que hubiera preferido no escribir nunca pero que sabe podrá servir de ayuda a quienes, como ella, intentan afrontar una nueva vida tras padecer un accidente cerebrovascular.UN LIBRO sobre una HISTORIA de SUPERACIÓN:Alta Sensibilidad (Plataforma Editorial, 2010) es el título del libro donde Isabel Palomeque narra en primera persona todo lo vivido tras su accidente. Una joven enfermera de 24 años a la que le gustaba la música y los deportes, que ve como su vida es puesta del revés por un ictus hemorrágico que durante 14 días la tuvo entre la vida y la muerte.Portada del Libro
Es este un libro altamente recomendable y cuya lectura puede ser de gran ayuda para los afectados por este tipo de patologías y sus familias. A lo largo de sus 140 páginas, Isabel nos va contando los difíciles momentos sufridos...pérdidas vitales y afectivas que le trajo el accidente, rupturas sentimentales o el tener que dejar su trabajo como enfermera para siempre. Pero lo más importante de esta historia es la superación de la desesperación y el desconsuelo, la lucha por la vida que emprendió su protagonista y que la ha llevado a conseguir cosas de las que nunca se hubiera creído capaz, afrontando nuevos desafíos y no cayendo en la desesperanza.Sirvan mejor aquí las palabras de presentación con que la propia editorial nos habla de esta historia y de este libro:(...) "Esta es una historia de superación, la de una joven que, desde la desesperación al encontrarse consigo misma ante un espejo, ha superado pronósticos adversos, ha agotado cuantos recursos de rehabilitación ofrece la ciencia hata hoy, ha tentado los límites de su nueva existencia y está logrando una adaptación plena a la vida real afrontando nuevos desafíos y emprendiendo actividades que rozan el borde de sus mermas posibilidades.La profunda transformación en la vida de Isabel ha sido posible gracias a una voluntad indómita. Aun a sabiendas de la variedad de lesiones permanentes causadas por esta enfermedad, la aceptación de la realidad y la voluntad de reconstruir la vida sobre los cimientos que han podido salvarse son las columnas en que se apoya la vida de una paciente que no quiere dejarse llevar por la desesperación. La ayuda, que no la protección desmesurada, de la familia es también clave de la recuperación". Este testimonio en primera persona está lleno de vida, de deseos de vivirla, porque en definitiva, como dice la propia autora, "la vida hay que beberla hasta la última gota"(*) DOCUMENTOS ANEXOS (Información complementaria sobre esta historia):Descargar >>> Prólogo del Libro (Cortesía de la Editorial)Sobre el Libro Alta Sensibilidad (Enlace a la Editorial)Descargar >>> "Renacer Después de un Ictus" (Periódico La Vanguardia)FACTORES de RIESGO y PREVENCIÓN del ICTUS:Dadas las graves consecuencias que puede tener un ictus en la vida de una persona (incluso fatales como la propia muerte), considero conveniente hacer referencia a un conjunto de factores de riesgo que hacen más probable que se presente un ictus. Algunos de ellos no son modificables (edad, sexo, entre otros) pero otro gran grupo sí lo son, siendo potencialmente prevenibles y dependientes del tipo de vida o hábitos que tengamos.Factores de Riesgo Modificables
(Click en la imagen para ampliar)En definitiva, aunque existen factores de riesgo que no podemos modificar (edad, sexo, vulnerabilidad genética, entre otros) una importante mayoría de ellos sí lo son dependiendo en gran medida del tipo y hábitos de vida que tenemos, como queda bien patente en la imagen superior.[VÍDEOS] Isabel Palomeque (Audio y Textos en Catalán)
Un posible Episodio (*) de Ictus...
(*)El 3 de enero del año 2008 se hacía entrega del Goya de Honor al actor español Alfredo Landa por toda su carrera. Para sorpresa de los allí presentes, su discurso de agradecimiento comienza a tornarse incoherente, con un lenguaje entrecortado y confuso. Para muchos, estos síntomas fueron atribuidos a la gran emoción del momento, pero para otros, esto podría haber sido motivado por un episodio de ictus. Curiosamente, menos de un año después el actor sufriría un ictus del que todavía parece estar recuperándose.
No debe olvidarse, que uno de los posibles síntomas indicadores de estar padeciendo un ictus es, precisamente, la presencia de alteraciones en el lenguaje
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