Socialismo

Por Enrique @asurza

El Socialismo es la doctrina política, económica y social que aspira la reforma radical de la sociedad, mediante la solución prioritaria de los problemas que afectan a las grandes mayorías de la población, esto es, a la clase trabajadora o proletaria; primando, en virtud de la clase trabajadora, el interés de ésta sobre el interés privado o particular.

Bases del Socialismo

Los puntos básicos del Socialismo, son los siguientes:

  1. Transformación de la propiedad privada capitalista, es decir, de los medios de producción (capitales, fábricas, tierras, maquinaria, materias primas, etc), en propiedad colectiva, incorporada a la comunidad obrera.
  2. Reparto equitativo tanto del trabajo como de sus frutos, entre los obreros, es decir, entre la clase trabajadora.
  3. Planificación del trabajo con criterio eminentemente científico y tecnológico y, a su vez, humano.
  4. Establecimiento de un gobierno dirigido por la clase proletaria.

Causas del Socialismo

Las principales causas que originaron la aparición de las ideas socialistas fueron:
– El maquinismo que, a la vez que esclavizó al obrero en el trabajo, provocó también su desocupación.
– La explotación inhumana de la clase obrera en las más variadas formas (salarios ínfimos, excesivas horas de trabajo, condiciones poco favorables de labor, etc.
– El estado de completo abandono en que se hallában los trabajadores o proletarios, sin un presente ni un mañana asegurados.
– La extremada insensibilidad de los capitalistas o patronos, quienes actuaron llevados solamente por una insaciable sed de exagerado lucro.

Según los socialistas la causa de la miseria es que la riqueza está mal repartida entre los hombres: unos tienen demasiado, otros no tiene bastante, otros más, ni lo necesario para subsistir; la sociedad está mal organizada, el Estado debe rehacerla a fin de disminuir la desigualdad. En consecuencia, se necesita una revolución social.

Caricatura del capitalismo abusando del trabajador

Aparición de las Ideas Socialistas

La creación de grandes fábricas ha originado la gran industria o sea el industrialismo, el cual ha reunido en grandes centros a los obreros, dando origen a una clase social, el proletariado (obreros). Esta condición ha tenido como resultado graves inconvenientes difíciles de remediar. Por una parte, el obrero se ve reducido al salario diario o semanal convenido con el patrón, salario que consume en las necesidades diarias, sin que jamás pueda contar con un excedente que le permita atender a otras necesidades inevitables que eventualmente se presentan.
El Capitalismo (empresarios, industriales), por otra parte, ha establecido un abismo entre ambos : con dificultad se convence de sus obligaciones, y de lo que le convendría hacer para mejorar las condiciones respectivas, porque el antagonismo creado impide ver la solución; y de ahí se origina la serie de conflictos que constantemente afligen a la sociedad, y que constituyen un peligro para la paz y tranquilidad pública. Economistas y filósofos estudiaron esta realidad que afecta a la sociedad. Así surgió, pues, el Socialismo.

Clases de Socialismo

El Socialismo evolucionó a través de dos etapas:

Socialismo Utópico

Los socialistas utópicos (pensadores, empresarios, etc.), fueron aquéllos que creyeron que la reforma de la sociedad podía lograrse sin recurrir a la violencia ni a la lucha de clases, sino por medios pacíficos, por convicción y conciencia de las partes interesadas: el Capital y el Trabajo, el patrono y el obrero.
Conocedores de la realidad, atacaron duramente el Capitalismo, a cuyo sistema atribuyeron los grandes males que aquejaban a la sociedad contemporánea, a la clase proletaria, y, por ello, se mostraron partidarios de la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Poseídos de una gran sensibilidad, espíritu humanitario y generosidad, enemigos, asimismo, del odio y la venganza soñaron, pues, con organizar una sociedad de carácter ideal, inspirada en el bienestar común, a base del fomento del trabajo cooperativo y de las asociaciones de empresarios y obreros; pero, como se trataba de una aspiración difícil de alcanzar, recibieron sus sostenedores el nombre de utópicos. Aunque también creemos que, ni el propio Socialismo Científico, no obstante su vigencia de más de un siglo, ha alcanzado todavía todos sus fundamentales objetivos.
Entre los principales socialistas utópicos se destacan: el inglés Robert Owen y los franceses: Enrique Saint Simón, Carlos Fourier, Luis Blanc, y Pedro Proudhon.

Robert Owen

El Socialismo Científico

Consagrado como el verdadero Socialismo, aspira la transformación radical de la sociedad, basado no en aspiraciones románticas y quiméricas, sino, fundamentalmente, en leyes precisas que rigen el desarrollo histórico de la humanidad. Es decir, que al largo predominio del Capitalismo en la vida de los pueblos, se afirma, le sucederá necesaria e inevitablemente la hegemonía de la clase trabajadora, de la clase obrera, de la clase proletaria.
Se llama socialismo científico al que fundó Carlos Marx hacia 1848, no sobre la base de la generosidad individual y de la caridad, sino partiendo de cierta ley interna del desarrollo histórico, según la cual corresponde al proletariado el papel protagónico (actor principal) en la próxima etapa de la historia occidental, tras el período burgués (Capitalista).

Friedrich Engels

Carlos Marx

Carlos Marx, pensador alemán de origen judío, es el creador del Socialismo Científico. Nació en 1810 en la ciudad de Tréveris y murió en Londres en 1883. Como profundo estudioso de la realidad social de su época, sus novísimas concepciones sobre el capital, el trabajo y la riqueza, revolucionaron los conocimientos de la Economía y la Política, a la vez que ejercieron una enorme influencia en casi todas las masas obreras del Mundo Contemporáneo.
En su monumental obra: El Capital, llamada la Biblia del Socialismo, llegó Marx a las siguientes conclusiones:

  1. Las riquezas son únicamente el producto del trabajo; el valor de los objetos depende del trabajo que ha sido necesario para producirlos.

  2. En consecuencia, el capital no tiene por sí ningún valor, y es trabajo muerto que no puede adquirir nueva vida más que chupando como el vampiro.
  3. No hay valor sino gracias al trabajo del obrero, y por tanto, siendo éste el único que produce valor, a él y no al capitalista deben corresponderle los beneficios. Por tanto los obreros, según Marx, en vez de recibir salario, deben repartirse entre sí los beneficios de la industria.
  4. El trabajo es una mercancía, sujeta al comercio y a la explotación de los empresarios.
  5. Las riquezas tiene como único origen (dentro de la Sociedad Capitalista), en la Plusvalía o sea el dinero que resulta de no pagar debidamente al obrero. La acumulación de las plusvalías origina la riqueza privada.
  6. El gobierno debe estar en manos del proletariado.

En el Manifiesto Comunista, Marx concluía dando la consigna al proletariado mundial: ¡Obreros del Mundo, Uníos!. En adelante ese fue el grito de guerra del Marxismo, es decir, del Socialismo.

Karl Marx

Bases ideológicas del Marxismo

Las bases del Marxismo o Socialismo Científico fueron expuestas en el Manifestó Comunista, redactado por Marx y Engels en 1848, las mismas que pueden sintetizarse en los siguientes principios:

  1. El materialismo histórico, para el cual el desarrollo de la Historia está determinado por factores económicos.
  2. La lucha de clases, que considera a toda la historia de la humanidad como el resultado del enfrentamiento de clases; en la etapa capitalista esta lucha se entabla entre la burguesía y el proletariado.
  3. La nueva sociedad socialista surgirá del triunfo del proletariado, el cual instaurará una sociedad sin clases, en la que estará abolida la propiedad privada y socializados. los medios de producción y de cambio.