Sola ante el peligro

Por Blogtpl

No queda nada. Ya casi ha llegado el momento. Pero estoy lista. Eso creo. Eso espero.

Esto iba a pasar. Tarde o temprano. Lo sabía.  Aunque a veces intentara pensar que no. Sólo me estaba engañando a mí misma.

Llevo días, qué digo días, semanas preparándome. Mentalizándome. Durmiendo bien. Para coger fuerzas. Comiendo sano. Para no caer enferma. Cualquier virus, cualquier catarro sería fatal. No me lo puedo permitir. Tengo que ser la mejor versión de mí misma.

Voy a poder. He estudiado. He vivido fuera. Hablo idiomas. He conseguido un buen trabajo por mis propios méritos. He buceado entre tiburones. Voy a sesiones de electroestimulación. Esto no es nada para mí.

Reconozco que yo me lo he buscado. Venga, que uno solo es muy aburrido. Venga, que tres será divertido. Y seguiditos, mejor que mejor. Pues hala, a disfrutar.

Este fin de semana me quedo sola con los niños. Con los tres. Ni marido, ni suegro, ni cuñados. Qué caprichoso es el destino: ha querido que coincidan todos los planes ineludibles de todos los parientes cercanos o lejanos. Todos esas escapadas que habían dejado de hacer desde hace meses, todos esos fines de semana fuera de Madrid, todos, empiezan este viernes. Sospecho un complot.

Lo tengo todo pensado. No pienso alejarme, bajo ningún concepto, más de dos manzanas de mi casa. El plan del día será ir a comprar el pan y un helado. O dos o tres, los que haga falta para tener paz.

Este fin de semana, lo de bañarse todos los días, será un lujo que no nos podremos permitir. Iré avisando al vecindario: que nadie se extrañe, muy bien se me tiene que dar para que vayamos todos limpios.

Haremos magdalenas de chocolate. Pintaremos. Veremos videos en el ordenador, de esos en los que un tío se pasa diez minutos abriendo huevos kinder y comentando las sorpresas. Cenaremos pizza. Veremos dibujos. Compraré cromos. Compraré pompas. Compraré el chino entero.

Venga, que no será para tanto. Luego seguro que me lo paso bien. Se me hará corto y todo. Enseguida llegará el lunes. Y podré ir a la oficina a descansar.