El hombre tiene una facilidad innata para hacer el mal. Nacemos con ella. Viene impresa en nuestro ADN. Unos la logran desarrollar con una eficacia maquiavélica y otros la tienen latente, esperando un detonante que la active para que impregne el torrente sanguíneo. Estos días se juzga en Colombia al teniente Raúl Muñoz… Uno de esos seres que tienen su sangre mezclada con el gen de la maldad. Este militar colombiano está acusado de violar y asesinar a tres niños de la región de Arauca (norte de Colombia). Pero este no sería un caso aislado… al parecer se habría destapado un caso mucho más macabro ya que han encontrado un yacimiento con 18 cadáveres de menores de edad…
“El 2 de octubre —día en que ocurrió una de las violaciones por las que está siendo acusado el teniente Raúl Muñoz— se perdió desde por la mañana. Se fue sin decir nada y cuando regresó se rapó la cabeza sin justificación alguna... El 14 de octubre, día en que fueron asesinados los tres niños, se fue temprano otra vez y cuando regresó se quitó el traje de camuflaje, lo envolvió, lo guardó y se bañó largo rato”, afirma uno de los soldados que testifica en el juicio que tiene avergonzada a Colombia.
Raúl Muñoz es sólo uno de los sesenta soldados que están siendo investigados por la violación y asesinato de los hermano Yenny, Jimmy y Jefferson (14, 9 y 6 años, respectivamente). Los cuerpos sin vida de los hermanos fueron encontrados en dos fosas el 16 de octubre con signos de tortura y de violación. Pero el caso de los tres hermanos asesinados ha sido el que ha destapado otros similares- en total 18. Se teme que de esos 18 asesinatos trece han sido cometidos supuestamente por integrantes de la Policía y cinco por el Ejército.
Lo más sangrante del caso es que Muñoz ha confesado haber violado a la niña pero no asesinarla. “Ella era mi novia”. ¿Novia? ¡Una niña de TRES años! El Defensor del Pueblo ha afirmado que este caso pone de manifestó que “los adolescentes y los niños colombianos corren graves riesgos en las zonas donde hay grupos armados”, sentenció.
Entre los casos que está investigando la justicia el que más ha indignado a los colombianos es la muerte de una niña de tres años que fue violada por un agente de policía en la provincia de Norte de Santander (Colombia). Elmismo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha tenido que responder ante los medios de comunicación anta la gravedad de los casos que se están empezando a destapar. “Como presidente, como colombiano, como ser humano, lamento y condeno estos actos criminales, y espero que sus autores sean identificados y castigados ejemplarmente”, afirmó el presidente colombiano.
Santos admitió que los relatos y versiones divulgadas sobre el asesinato de los menores son tan escalofriantes que sobrepasan cualquier calificativo. “Que caiga todo el peso de la ley sobre esos desadaptados, esos sátiros, esos cobardes que fueron capaces de atentar contra nuestros niños”, manifestó.
Este caso deja de manifiesto que los grupos armados que están involucrados en la guerra civil encubierta que vive Colombia no sólo reclutan niños para sus ejércitos sino que los usan como esclavos sexuales- en el mejor de los casos- y a los que posteriormente asesinan con total impunidad.