¿Sólo ha sido un sueño?

Por Vali

El psicoanálisis remarca que la mente consciente es apenas la punta de un 'iceberg'. La mayor parte de nuestra mente está sumergida y forma lo que llamamos el inconsciente.

Toda la información registrada en el inconsciente condiciona nuestra conducta, nuestros sentimientos, nuestros instintos y nuestras emociones.

Freud descubrió que bajo la superficie de la conciencia yacen enterradas emociones reprimidas a las que podemos tener acceso a través de los sueños. Freud además del inconsciente define una capa intermedia entre el consciente y el inconsciente que denomina Preconsciente. (El preconsciente incluye la inmensa cantidad de hechos y recuerdos que no están almacenados en el consciente pero que podemos recuperar con facilidad)

Para Jung los sueños son la más clara expresión de la mente inconsciente. Divide el inconsciente en 2 niveles:

Inconsciente personal

Ideas y sentimientos reprimidos que se desarrollan a lo largo de la vida.

Inconsciente colectivo

Los sentimientos, ideas y recuerdos heredados y compartidos por toda la humanidad.

Los sueños son hechos objetivos, no inventados por la mente consciente y por tanto independiente de los deseos y expectativas.

El inconsciente permanece de guardia sin descanso, pero debemos esperar a que la conciencia de la vigilia se desactive para poder tener libre acceso a él.

Niveles del sueño

Los sueños del preconsciente (Primer nivel)

Algunos tienen que ver con situaciones vividas durante el día o recuerdos recientes, aunque aparezcan distorsionados.

El inconsciente puede estar analizando acontecimientos, siguiendo líneas de pensamiento inacabadas, al igual que hace el consciente durante el día.

El análisis del sueño puede hacer que nos fijemos en detalles que habíamos olvidado.

Los sueños del inconsciente personal (Segundo nivel)

Los recuerdos del preconsciente están llenos de lagunas, pero en el inconsciente personal se encuentras registradas todas nuestras vivencias, incluso las que acontecieron en épocas tempranas de la vida.

Algunos sueños del inconsciente personal pueden estar relacionados con situaciones de la infancia, que aún no hemos resuelto. En la infancia no es fácil enfrentarse a determinados sentimientos, la mente se defiende enterrándolos en el inconsciente, pero esto no los hace desaparecer. Las emociones reprimidas en la infancia pueden aflorar en cualquier momento durante la edad adulta, causándonos sentimientos de depresión, falta de confianza en uno mismo, preocupación, culpabilidad, autocensura … A veces, es difícil afrontar estas emociones reprimidas, porque están tan encubiertas que no las reconocemos como nuestras.

En la vida adulta utilizamos otro mecanismo de defensa frente a las emociones y sentimientos no deseados: la negación. También es frecuente culpabilizar a las personas del entorno de nuestras emociones reprimidas.

Las emociones reprimidas de la infancia son difíciles de reconocer, las de la edad adulta difíciles de aceptar. En muchas ocasiones son las mismas emociones que se repiten una y otra vez hasta que logramos reconocerlas y aceptarlas.

Los sueños relacionados con emociones reprimidas pueden perturbarnos incluso pueden convertirse en pesadillas. Pero, incluso los peores sueños tienen un propósito: hacen que nos fijemos en unos traumas no resueltos y en unos inquietantes recuerdos para permitirnos afrontarlos.

Al conectar con la información del inconsciente, los sueños nos ofrecen valiosas percepciones de la persona que somos en la actualidad, revelándonos aspectos de nuestra naturaleza que aún no hemos superado y exponiendo las capacidades y deseos que nos permiten progresar en el futuro.

Los sueños del inconsciente colectivo (Tercer nivel)

Son sueños menos comunes que los de primer o segundo nivel.

Existe un lenguaje común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psiquis que está más allá de la razón.

El inconsciente colectivo no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto. Por eso, los sueños de este nivel parecen surgir de una fuente ajena a nosotros.

El inconsciente colectivo está dotado de propósito e intencionalidad, cuya fuerza energética reposa en elementos primordiales o arcaicos llamados arquetipos. Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formación de símbolos que se repiten en los contenidos de las mitologías de todos los pueblos de la historia de la humanidad. De los arquetipos dependen las últimas y más profundas motivaciones de la mente y la conducta humana individual y colectiva. Las pautas culturales en última instancia dependen de los arquetipos.

A menudo esta clase de sueños nos producen inmensa satisfacción, ya que nos aseguran que formamos parte esencial de un inmenso todo en el que cada uno de nosotros desempeña un importante papel.

Los sueños son una vía de acceso a nuestro inconsciente, pero no la única. Existen multitud de terapias y vías de acceso al inconsciente (psicoanálisis, hipnosis, meditación guiada,etc.) Cada persona debe elegir la vía más adecuada para acceder a una información infinita y …………………………………………… aceptar las consecuencias

C.Valiño