3 cebollas frescas
250 gr de queso azul
125 gr de queso roquefort
Aceite de oliva virgen
Pimienta molida / Sal
1 brick de nata de cocinar (medio litro)
Elaboración1.- Troceamos el solomillo, lo salpimentamos y troceamos, también, las cebollas frescas.
2.- Ponemos a pochar la cebollita.
3.- Cuando la cebollita esté transparente echamos el solomillo salpimentado.
4.- Cocinamos el solomillo con la cebollita hasta que se esté, prácticamente, hecho.
5.- Llegados a este punto, es el momento de agregar el queso azul y el roquefort, que habremos cortado, ambos, en daditos.
6.- Tras los quesos agregamos la nata de cocinar. Comenzamos a remover bien, ya que tenemos que conseguir que el queso y la nata vayan ligando.
7.- Cocinamos todo junto unos 15 minutos y el plato está listo.
En casa, casi todas las Nochesviejas preparo este plato. Es muy fácil de hacer, no tiene ninguna complicación y se puede hacer antes y llegado el momento, solo hay que calentarlo. En este caso lo acompañé con patatas cocidas con muchas especias.
El porqué lo preparo casi todos los años es muy simple, a mi hijo le encanta. Y aunque, como véis, es muy fácil de hacer, no lo suelo realizar el resto del año, aún no se muy bien porqué. Bueno, claro que lo se, otra cosa es que lo quiera admitir. Y el porqué es muy simple, relaciono esta salsa de roquefort con los días posteriores al fallecimiento de mi padre, yo apenas podía comer, y lo poco que me entraba era con esta salsa. Paradojas de la vida, lo que en su día fue dolor, hoy es alegría, ya que es la salsa favorita de mi hijo.
Mientras programo esta entrada para el día 9 de enero, estoy horneando mis primeros roscones de Reyes. La cocina y toda la casa huele de maravilla, la verdad es que me cuesta esperar a que se enfríen para hincarles el diente....
Os dejo la música de 'Palmeras en la nieve', la he visto en estos días y me parece una película estupenda, con una historia preciosa, aunque no entiendo como se le ocurrió 'a quien corresponda' darle el papel principal a Mario Casas.