Ingredientes (no hice la foto de los ingredientes, aysss, se me pasó)
1.- Limpiamos bien el solomillo, lo salpimentamos y lo preparamos para sellarlo. Lo sellamos en una sartén con AOVE.
2.- Una vez sellado, reservamos y esperamos que se enfríe totalmente. Entre tanto vamos preparando una de las salsas con la que vamos a untar, en este caso, el hojaldre. Para ellos pocharemos cebolla, en el aceite donde hemos sellado el solomillo, y añadiremos un chorroncito (pequeño) de vino. Cuando la cebolla esté lista, la trituraremos. Reservamos.
3.- Cuando ya tenemos el solomillo frío, proseguimos con su elaboración. Preparamos el jamón, que untamos con la mostaza.
4.- Sobre el jamón, colocaremos el solomillo, que previamente habremos untado de paté. Envolveremos el solomillo en el jamón.
5.- Hacemos un paquetito con los solomillos, que envolvemos en film y lo ponemos en la nevera, al menos, durante 1 hora.
6.- Pasado este tiempo, envolvemos el solomillo en el hojaldre, que como he dicho anteriormente, he untado con la salsa de cebolla. El hojaldre lo pintamos con huevo. Lo ponemos en el horno, previamente calentado a 200º, durante 25 o 30 minutos, ya sabéis, cada horno es un mundo.
El resultado espectacular!!!!
Yo hice una salsa de cebolla y vino tinto para acompañar y ponerle por encima. Todo compatible con una ensalada de patatas. Yo hice un solomillo de cerdo ibérico, pero ya sabéis que el solomillo wellington, la receta original, es con el solomillo de ternera.
Este fue el plato fuerte de Nochevieja, el último día de reuniones familiares. Las familias nos reunimos, con lo bueno y con lo malo de cada uno, porque nadie es perfecto... o si?. Siempre teniendo una cosa clara: que cuando nos necesitamos, vamos todos!, eso es una familia, no importa lo que nos veamos, lo que, verdaderamente importa es que se esté, y esta familia, la mía, podrá tener muchos defectos y muchas vírtudes, pero lo que sabe seguro es: ESTAR!
Aprovecho también el post, para deciros: feliz 2019!
La música vuelve a ser de Marwan, esta vez con Drexler: 'puede ser que la conozcas', preciosa canción dedicada a Madrid, que esta Navidad ha formado parte de nuestra historia.