Lo que muchas veces se caracteriza como un hábito de poca importancia puede llegar a dificultar el sueño de otros durante la noche. Quien más quien menos se ha visto afectado alguna vez por la ronquera de un familiar o compañero de piso que le ha despertado a altas horas de la madrugada con su sonido particular.
Si eres de los que temes ir a dormir a casa de otros por el miedo a molestar con tus ronquidos, atento al artículo de hoy en el que vamos a enseñarte algunos trucos sencillos para mejorar tu situación.
Antes de nada, debemos decirte que los remedios herbales que tan a menudo compartimos contigo en este caso no nos van a servir de mucho, pero sigue leyendo…
Una sencilla receta que se utiliza desde hace muchos años es cocinar a fuego lento un preparado a base de medio kilo de cebollas, 350 g. de azúcar moreno, 3 o 4 cucharadas de miel y un litro de agua. Se recomienda beber este jarabe unas cuatro veces al día, repartiendo las tomas.
Los expertos también sugieren dormir de lado puesto que el proceso de respiración es más efectivo y la boca y orificios nasales no se exponen tan directamente a la hora de respirar. Un curioso truco para conseguir que durmamos de lado es coser una pelota de tenis en la parte posterior del pijama, incomodándonos así en el caso de querer tumbarnos mirando hacia arriba.
Un humidificador en la habitación supone una buena arma para evitar los ambientes secos, otro de los factores que contribuye a aumentar los ronquidos.
También podemos optar por colocarnos cintas nasales cuando vayamos a dormir. De acuerdo a varios especialistas, estas cintas permiten que el aire circule más fluidamente desde el exterior a los pulmones y viceversa.
Finalmente, existen también varios estudios que determinan que una de las causas del ronquido es que dormimos con el cuello doblado debido a la almohada. No obstante, no se recomienda eliminarla, pero sí procurar que sea baja y no demasiado blanda.