¿Somos felices en vacaciones?

Por María Jesús

La respuesta inmediata que le viene a todo el mundo es que sí, por supuesto. Es posible, pero me gustaría hacer una encuesta cuando ya todo el mundo hubiese disfrutado de las vacaciones, porque habría mucho que matizar. Si hubiera un indicador de felicidad y pudiéramos enchufárselo a la gente tendríamos unos datos objetivos y a lo mejor nos sorprenderíamos.

Existen varios factores que pueden convertir unas vacaciones en felices:
Darle también vacaciones a la vocecita que tenemos en la cabeza. Allí dónde vayamos no llevarnos con nosotros todos nuestros problemas, los reales y también los imaginarios. Que las vacaciones sean una oportunidad de centrarnos en lo verdaderamente importante y dejar de lado todas las preocupaciones.
No tener unas expectativas demasiado altas de las vacaciones. Suele pasar que nuestra mente exagera lo bueno y lo malo del tiempo futuro, por eso es tan importante vivir siempre en el presente.

Que nuestras vacaciones no dependan solamente de dónde vamos a ir o con quién. Es posible que estemos solos y que no podamos ir a ningún sitio. Si estamos solos es una oportunidad buenísima para viajar a nuestro interior. Y si no podemos salir por razones económicas, es igual, no hace falta dinero para disfrutar, intenta descubrir todo lo que puedes hacer sin dinero. Esto te servirá también para comprender que nuestra felicidad no depende de factores externos.

No pensar en la vuelta porque al igual que la mente exagera lo buenas que van a ser las vacaciones igualmente te dice que la vuelta a tu vida ordinaria va a ser horrible. Es una mentirosa.
Al fin y al cabo no se trata de ser felices en vacaciones sino de ser simplemente felices, en cualquier circunstancia y pase lo que pase. Se puede pero hay que esforzarse. Por lo que por último diré que no podemos tener vacaciones en el esfuerzo de cuidarnos, estar bien y ser felices.