ETERNA PROMESA.
Una ciudad de amables moradores
de montes rodenos y verdes pinos
donde unos jóvenes duermen mohínos,
con ajuar de piedra por sus errores.
Eterna promesa de unos amores.
Tejidos en la rueca, sus destinos,
pero tan terrible fueron sus sinos,
que tras siglos nos llegan sus rumores.
Amantes, queridos y recordados,
desdichas y romances que se evocan,
cuando la muerte ganó la partida.
En su postrero tálamo enterrados,
manos que se buscan y no se tocan,
condena, por la promesa incumplida.
Enviada el día 13 de abril.
©Jesús J. Jambrina
Esta poesía la presenté al apartado de Soneto, el LIV Certamen de poesía Amantes de Teruel.
Como ya ha salido el fallo del jurado y no he sido el ganador, lo traigo por aquí.