Sopa de jamon iberico (caldo base)

Por Carmenrosa @MicocinaCR

No hace mucho me preguntaba una amiga bloguera si yo en mi cocina usaba concentrados de carnes industrializados a lo que contesté que efectivamente suelo usar uno en concreto y en  contadas ocasiones; me refería al tarrito que suelo tener en mi despensa de Bovril , un intenso concentrado ideal para los pasteles de carne tan típicos de Inglaterra que tanto gusta en casa, ya sea el clásico “cottage´s pie” (de ternera)  o el “sheperd´s pie” (de cordero).  Pinchando en éste enlace verán la receta   
Suelo usar Bovril ya que sigo fielmente la receta que hace muchos, muchísimos años me enseñó una buena amiga inglesa. 

Aunque no soy en absoluto partidaria de los cubitos, sobres o granulados de caldo, respeto  su consumo, aunque no lo comparto, entiendo a aquellas personas que los usan como recurso cuando no disponen de tiempo; aunque mi consejo es que lo hagan, que no supone mucho esfuerzo, que económicamente no es algo disparado hacer un buen caldo ya que se puede aprovechar alimentos que en algunos momentos igual se creen que no son útiles (huesos de jamón, carcasas de pollo, huesos de asados, etc.) y la diferencia de sabor y calidad es inmensa, sin olvidar que un caldo base hecho en casa es uno de los pilares de muchos platos.
Uno de los caldos base que más me gustan es éste de jamón, jamón de bellota, que una vez gastado previamente, le pido a mi marido que lo trocee y poder así guadarlos en el congelador.  Los que más suelo aprovechar son los que suelen comprar mis suegros, quienes nunca logran “repelarlos” al completo, por lo que tienen la suficiente carne como para hacer un reconfortante caldo con un sabor realmente exquisito, ya sea para tomar como sopa o tenerlo como base para salsas y guisos.   
Un sencillo fondo de jamón ibérico hecho con los restos duros adheridos al hueso, que en ocasiones como ésta son estupendos trozos de jamón.  
Suelo en ésta ocasión usar olla exprés, algo inusual en mi forma de cocinar, pero indispensable para mi en éste tipo de caldos, donde quiero sin necesidad de tener cociendo los ingredientes horas y horas, extraer, reducir y concentrar todo el sabor y valor alimenticio de los ingredientes.
¿Cómo lo he preparado?
En la olla exprés poner abundante agua fría, echar los huesos del jamón, dos o tres zanahorias enteras peladas, una cebolla blanca cortada por la mitad y dos patatas troceadas (si gustan pueden añadir toda la verdura que prefieran, incluso para darle un color más oscuro pueden dejar la piel de la cebolla).
Dejar cocer con la olla abierta y cuando comience a hervir, empezará el caldo a generar una espuma con las impurezas; retirarlas con un cucharón tantas veces como sea necesario, hasta que el caldo quede limpio.
Cerrar la olla y mantenerla cociendo una media hora aproximadamente y retirarla del fuego.
Una vez baje la válvula de presión, abrirla y dejar cocer sin tapar durante otra media hora más.
Pasado éste tiempo retirar los huesos de jamón y colar el caldo.
Si los huesos tienen trozos de jamón, éstos estarán cocidos y se pueden cortar en trozos pequeños para acompañar una sopa, añadiéndole arroz, fideos, pan, trozos de las verduras, etc….

Se conserva el caldo en el frigorífico cuatro o cinco días, aunque si se tarda en utilizar, congela perfectamente.  
Disfruten de una rica sopa, de una buena base para cualquier salsa, para croquetas...