En algunas ocasiones, estos fallos llegan a ser de una magnitud tal que resultan difíciles de creer, hasta tal punto de que lo blanco "literalmente" puede llegar a parecer negro. Y si no me creéis, podéis ver este vídeo...
¿Sorprendidos? Parece que de forma literal, muchas veces las cosas no son blancas ni negras, sino grises y dependientes del contexto. En última instancia, ¿somos nosotros los que las volvemos blancas o negras?
No penséis que esta demostración es un hecho aislado, nuestra mente nos traiciona constantemente, solo que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta.
Cualquier color por ejemplo, se ve modificado por los demás tonos que tiene alrededor...