In Step, fue el último elepé que SRV grabó junto a sus inseparables Double Trouble. En 1990, Stevie grabó otro disco llamado “Family Style” en colaboración con su hermano, Jimmie. Y muy poco tiempo después, la muerte hizo su aparición triunfal en aquel fatídico accidente de helicóptero, privándonos de su especial fantasía y talento, a los 35 años de edad. Pero, In Step fue el cierre perfecto para este bluesman, que vivió toda su carrera instalado en la excelencia musical.
Centrándonos en el disco, fue publicado en 1989 por el sello Epic e incluye 10 pistas. Destacaremos que en el año 1999 se lanzó una nueva redición del LP, añadiéndose 5 pistas más en directo, algunas de ellas ya clásicos del blues como “Let Me Love You Baby” de Willie Dixon o el fantástico “Texas Flood” de 1983.
Como ya es habitual, haremos mención a los músicos que hicieron posible esta magnífica obra: Stevie Ray Vaughan (guitarra y voz), Tommy Shannon (guitarra y bajo), Reese Wynans (teclado), Joe Sublett (saxofón), Darrell Leonard (trompeta) y Chris Layton (batería).
Dentro del LP, nos encontraremos con espléndidos temas que hacen todos los honores al blues eléctrico: “Tightrope” y “Wall of denial”, son sólo una pequeña muestra del virtuosismo de Stevie a la seis cuerdas, impregnadas de unos maravillosos “solos” de guitarra. “Travis Walk”, es un caso aparte, de esas canciones enérgicas, rápidas y que difícilmente se olvidan, al igual que el “Let Me Love You Baby” de Willie Dixon.
Más de uno, saltará del sillón con un frenético “The House is Rockin”, ejecutado al más puro estilo Stevie Ray Vaughan. El punto álgido del Long Play llega con “Crossfire”, todo un hit de pegadiza melodía en dónde los Double Trouble nos explican el porqué de su grandeza. Reseñaremos la gran labor de Reese Wynans, arropando al grupo con su genial teclado.
En todo elepé de blues que se precie, no puede faltar esa balada delicada, suave y llena de sentimiento. Stevie decidió revisar el “Leave My Girl Alone” de Buddy Guy, dejándonos una apoteósica versión. No menos bella, resulta “Riviera Paradise”, a la que me referiré como extremadamente preciosista, en sus casi 9 minutos de duración.
Y así concluye In Step, cortesía de Stevie Ray Vaughan, un héroe de la guitarra que simplemente ataviado con sus ponchos a lo mariachi, sus sombreros tejanos y su mítica Fender Stratocaster del 59, fue capaz de devolver al blues al lugar que le correspondía.