Julia Kristeva señaló que la extranjería que nos habita puede llevarnos a encontrar una extraña forma de felicidad que consistiría en mantener la eternidad fugaz o la transitoriedad perpetua. Pero en esta temporalidad ambivalente se detecta una incapacidad para percibir la angustia de aquél que está en tierra de nadie, desgarrado de lo natal y aún lejos del momento en el que llegaría a ser parte del «sueño». De momento, lo que tiene es la pesadilla marítima. Con enorme lucidez e ironía, Javier Velasco recurre a la escritura del neón, aquélla que le sirviera a Nauman para desmantelar sarcásticamente las verdades «místicas». El perfil de los sujetos hacinados en la embarcación y, debajo, «Strangers in Paradise». Los otros se intentan colar en el imperio de los «salvados» sin saber que allí pueden esperarles situaciones «infernales».
(FERNANDO CASTRO FLÓREZ, diario ABC)