El caso es que todo lo que he visto en internet o casi todo se hace utilizando vinagre, motivo por el que he ido retrasando la idea, debido a que el olor a vinagre me repugna; de verdad no puedo con él. Cuando llegaba a casa a la hora de comer ya sabia que mi madre había usado vinagre para hacer un refrito para las verduras y eso que utilizaban bien poco pero mi nariz no perdonaba ese olor. Así que por eso he ido retrasando este suavizante.
He visto una receta en internet es fácil de hacer y con ingredientes que podemos tener todos en casa: agua, vinagre y bicarbonato.
Tened en cuenta la capacidad del recipiente que vais a usar una vez mezclados los ingredientes. Las medidas son las siguientes:
Bicarbonato: 200 grs.
Agua (mejor que sea destilada) 1430 gr.Vinagre 550 ml.
En un recipiente mas bien grande volcamos el agua y el vinagre y a continuación vamos incorporando a pocos el bicarbonato, debido a la reacción se va formando efervescencia y se puede desbordar si el recipiente es pequeño, así que a pocos y vamos moviendo. Al final después de remover lo vertemos en un recipiente. Utilice una botella de agua de 1,5 litros, así que la receta la adapté a esta medida. Si queréis que huela utilizad unas gotas de aceite esencial mezcladas con alcohol y lo volcáis en la mezcla anterior. Dejar reposar un día y ya listo para utilizar. Mi primera sorpresa fue que la ropa no huele a vinagre, como era mi temor y la segunda es que ropa sale como mas fresca de la lavadora no con ese olor que a veces dejaban impregnados algunos suavizantes. Bueno pues este suavizante ya se queda en casa y os animo a que lo probéis.