Sucedió en el hotel Chelsea…

Por Artefactomagazine

Ramiro Camelo, Artefacto Magazine

Hace unas semanas se publico en el New York Times un articulo sobre la inminente venta y el incierto futuro del Chelsea Hotel de Nueva York. Es ya evidente que después de la partida del carismático Stanley Bard de su administración, el Chelsea ha perdido esa celebrada aura creativa que lo hizo legendario décadas atrás.

El Chelsea Hotel construido en 1883 en West 23rd Street fue el mas celebrado hotel de la bohemia creativa de Nueva York desde comienzos del siglo XX, si el Plaza tiene estilo y el Waldorf-Astoria opulencia, el Chelsea tiene historias prolíficas, extravagantes leyendas esperando ser recordadas. Hay en el Chelsea una fuerza, o una maldición, que parece haber inducido a muchos de sus huéspedes al disparate y el éxtasis.  Parecería que el Chelsea es ese vórtice donde todas las debilidades, fortalezas, furias y frenesí han concurrido.

Por sus habitaciones han desfilado un grupo exquisito de actores, músicos, escritores artistas y celebridades. La lista es larga, pero basta mencionar sus mas memorables huéspedes: Arthur Miller, Allen Ginsberg, William S. Burroughs, Leonard Cohen, Charles Bukowski, Tennessee Williams, Marilyn Monroe, Andy Warhol, Jimi Hendrix, Larry Rivers, Robert Mapplethorpe, Bob Dylan, Mark Twain, Bob Marley, Jean-Paul Sartre, Thomas Wolfe, Frida Kahlo, Patti Smith, Tennessee Williams, Derek Walcott, Edith Piaf, Madonna, Robert Crumb, Tom Waits, Janis Joplin o Yves Klein.

Aparte de ser una de la cunas de la cultura y contra cultura neoyorquina, mucho se ha dicho y escrito del Chelsea, por ejemplo, Nelson Algren el autor de ‘El hombre con el brazo de oro’, describió el Chelsea como “Un hotel habitado de solitarios monstruos”. Arthur Miller, dijo, “Chelsea, es el único hotel que conozco sin divisiones de clase”. Thomas Wolfe, dijo que después de vivir en el Chelsea  “No podrás volver a casa …”.Pero quizás unas de las mas poéticas palabras vinieron del poeta John Lee Master, quien habito el Chelsea en los años 30’s, y escribió el poema ‘The hotel Chelsea’:

(…) Que amores han morado aquí

que desesperación perdura

que niños nacieron aquí

que dolientes lo abandonan

que sosiego y lamentos estas habitaciones conocen (…)


“Un momento de descanso para excepcionales visitantes” así podría traducirse el moto del Chelsea hotel. Pero descanso ciertamente no es lo que muchos de los huéspedes del Chelsea  buscaban. Dentro de sus muchas excéntricas, bizarras y curiosas historias aquí están algunas de las 10 mas significativas o probablemente las mas conocidas. De algunas otras probablemente nunca se sabrá…

1. Sid y Nancy, demasiado jóvenes para vivir

Definitivamente el momento mas trágico de la historia del Chelsea fue el 12 de octubre de 1978.  En la habitación 100 ese día Sid Vicious, el atormentado vocalista de The Sex pistols, se despertó de un largo trance inducido por alucinógenos para encontrar a su novia Nancy Spungen apuñalada en el baño. El cuchillo usado para matar a Nancy pertenecía a Vicious quien originalmente en medio de la confusión se declaro culpable, pero luego se retracto.

Vicious muchas veces había declarado que “quería unirse a Nancy”, por ello trato de suicidarse dos veces cortándose las venas y saltando por una ventana, su ineptitud le permitió sobrevivir.  Finalmente, murió antes del juicio, aparentemente se suicido con una sobredosis de heroína en una fiesta que su madre organizo cuando fue liberado bajo palabra. Nancy quien pertenecía a una familia aristócrata de Filadelfia de alguna profetizo su final, alguna vez dijo a sus padres “Nunca llegare a los 21… antes desapareceré en un momento de gloria”.

La habitación 100 no existe hoy en día, aburridos de los continuos peregrinajes de fanáticos que iban a escribir y tallar con cuchillos dedicatorias en la puerta y dejar flores, los administradores decidieron derribarla y adicionar mas espacio a las habitaciones adyacentes.

2. Edie Sedgwick en grandes bolas de fuego

Edie Sedgwick la chica ‘It’ de los 60′s  modelo y actriz adorada por Andy Warhol. En algún momento Edie y Andy fueron la “pareja-no-pareja” mas solicitados en Nueva York. Edie se mudo al  Chelsea allí conoció a Leonard Cohen y se enamoro de Bob Dylan, se dice que Dylan ‘Leopardskin Pillbox’ Hat fue inspirada por ella.

Sedgwick también encontró un lugar equivocado para jugar con fuego. Una noche de 1966, probablemente en un momento de indiferencia alucinógena y a pesar de las advertencias de Leonard Cohen, se durmió con velas prendidas y milagrosamente se despertó en medio del fuego, escapo con leves quemaduras. Después de otros fuegos y escenas en el lobby cuando no tenia dinero para pagar la renta, muchos huéspedes estuvieron complacidos cuando Edie se fue del Chelsea. Los administradores, -conocidos como los Bards- estaban convencidos que su ‘velada piromanía’, esa tendencia a  dormirse fumando en su propio santuario de velas encendidas era un serio riesgo para la seguridad del Chelsea.

Paradójicamente la vida de Sedgwick ejemplariza el síndrome de los 15 minutos de fama warholianos. Aquella bella rubia hija de un magnate petrolero tuvo sus 15 minutos de ‘Poor-little-rich-girl’, drogas, anorexia, portadas de Vogue Magazine, limosinas, electrochoques y Bob Dylan. Ella murió a los 28 años por una probable sobredosis de barbitúricos.

3. La flora, fauna y fantasmas de George Kleinsinger

Kleinsinger fue un compositor que vivió en el Chelsea por casi veinte anos. Es conocido por componer la música de la popular canción infantil anglosajona ‘Tubby the Tuba’. El aseguraba que podía sentir los fantasmas del Chelsea caminando por las escaleras. Entre esas apariciones Kleinsinger mencionaba la del  poeta irlandés Brendan Behan, otro ilustre Chelseista quien escribió ‘Confesiones de un rebelde Irlandés’ viviendo en el Chelsea, la historia de Behan es tan singular que su nieta Janet escribió una pieza de teatro  ‘Brendan at the Chelsea’, y también Kleinsinger creo una composición en su honor llamada ‘En recuerdo de Brendan’.

Sin embargo lo mas atrayente era que el estudio de Kleinsinger en el piso 10, semejaba una curiosa jungla tropical poblada de arboles y plantas. Algunos visitantes no podían creer que estaban en el medio de Manhattan. Entre sus originales mascotas estaban un pitón de 3 metros, una boa, una iguana, pirañas, monos, 40 camaleones, un koala, 3 papagayos y muchas mas exóticas aves.

4. Dylan Thomas rompe un record …

En 1953, el poeta Gales Dylan Thomas vivió allí cuando reescribía la versión final de ‘Under the Milky way’. No era ningún secreto que Thomas era un alcohólico consumado. Así  cuenta la leyenda que un día estando en su bar favorito el ‘White Horse Tavern’, unas calles al sur del Chelsea Hotel, Thomas bebió 18 whiskys consecutivos y orgullosamente confeso “Este deber ser un record…”.  Es una lastima que para ese época el ‘Libro Guinness de récords’ no existía todavía.

Días después, su bronquitis y neumonía empeoraron y con muchas dificultades para respirar Thomas entro en coma diabético.  Fue conducido de emergencia desde el Chelsea hasta el St Vicent’s Hospital donde estuvo internado por tres días hasta su muerte. No llego a los 40… Hoy en la entrada del Chelsea hay una famosa placa que dice: “Dylan Thomas vivió en el Chelsea Hotel y de aquí el viajo a su muerte”.

5. El manifiesto del Hotel Chelsea

En 1961 viviendo en el Chelsea, un año antes de su  prematura muerte Yves Klein escribió el ‘Chelsea Hotel Manifesto’, basándose en un articulo muy similar publicado en Zero No 1, llamado: ‘Le vrai devient réalité’, ‘La verdad deviene realidad’.

Se mencionaba que muchos residentes del Chelsea memorizaron el manifiesto de Klein, en el cual aparte de responder irónicamente a sus críticos, Klein declara haber manipulado las fuerzas del vacío, inventado la arquitectura y el urbanismo del aire, creado estados pictóricos inmateriales, propuesto una nueva concepción de la música con la «Sinfonía monótona-silencio», y su odio a los pájaros.

“(…) Aquel día, tumbado en la playa de Niza, empecé a odiar a los pájaros que volaban de un lado a otro de mi cielo azul, mi cielo sin nubes, porque intentaban hacer agujeros en mi mejor y más bella obra.

Había que eliminar a los pájaros.”

Lea completo el Manifiesto del hotel Chelsea aquí:

6. Valerie Solanas, El otro manifiesto

El Chelsea Hotel Manifiesto no es el único concebido en las habitaciones del Chelsea.  En 1967, otro huésped, la feminista  radical Valerie Solanas, dio a conocer el ‘SCUM manifesto’, un celebre incendiario manifiesto para lanzar un ficticio grupo feminista llamado SCUM ‘Society for Cutting Up Men’ (Sociedad para despedazar los hombres). Ante la imposibilidad de encontrar una imprenta que publicara su manifiesto, Solanas reimprimió copias mimeografiadas y las vendió en las calles, en algún momento incluyo publicidad  del SCUM manifiesto en el Village Voice.

(…) El macho es un accidente biológico: el gen Y (masculino) es un gen X (femenino) incompleto, es decir, tiene una serie incompleta de cromosomas. En otras palabras, el hombre es una mujer inacabada, un aborto andante en estado de gen. Ser macho es ser deficiente, emocionalmente limitado; la masculinidad es un error orgánico y los hombres son lisiados emocionales.”

Tiempo después, Solanas desilusionada debido una deuda pendiente por Maurice Girodias y Andy Warhol por los derechos de adaptación del SCUM manifiesto, compro una pistola 32 automática y fue a The Factory donde disparo a Andy Warhol, quien sobrevivió gracias a una delicada cirugía. Solanas fue declarada culpable de asalto agravado y fue condenada a tres años en la penitenciaria femenina del estado de Nueva York.

Lea completo el ‘SCUM Manifiesto’ aquí:

7. Robert Mapplethorpe y Patti Smith:  Habitación 1017

Dos ambiciosos jóvenes se encuentran en Nueva York, Patti Smith, criada en un rígida familia de testigos de Jehová y escapando de New Jersey y Robert, estudiante de arte, hijo de una familia de clase media católica irlandesa.  Un día de Julio de 1969 Patti Smith arribo al Chelsea con Robert Mapplethorpe, afectado por una severa infección de encías. Ese era el único refugio donde un artista desconocido y sin un solo dólar podía estar. Ella fue a la oficina de Stanley Bard y dijo: “Hola! Me llamo Patti Smith, y vengo con Robert Mapplethorpe, usted no nos conoce, pero un día nosotros seremos famosos, el problema es que no tenemos dinero… Robert esta enfermo, nada serio solo una gingivitis”. Patti Smith le mostró el portafolio de Mapplethorpe para sugerirlo como garantía, después de mucho insistir ella logro convencer a Bard, quien le dio la llave de la habitación 1017, la mas pequeña del Chelsea, pero en aquel momento la 1017 era como el paraíso, confeso Smith en su autobiografía.

Otro huésped del Chelsea, la fotógrafa Sandy Daley presto a Mapplethorpe una cámara Polaroid y bajo sus tutelaje el comenzó a experimentar. Aparte de ser su mentor creativa ella también se convirtió en su guía del downtown de Nueva York, introduciendo a Mapplethorpe y Smith al Max’s Kansas City, el club frecuentado por la elite creativa de la época, incluyendo Warhol y su comitiva de The factory. “Max’s era el lugar donde ‘Pop art’ y ‘Pop life’ se juntaban”, escribió Warhol en POPism.

En su autobiografía, Patti Smith recuerda  como alguna vez Mapplethorpe se preguntaba, ‘Será que el arte nos entendió?’ Ella respondió: “Probablemente si, pero nadie lo lamentara”.

8. Leonard Cohen affaire

‘Una vez llegas al Chelsea, ya no hay vuelta atrás’… dijo Leonard Cohen para explicar su estancia en el Chelsea desde 1966 cuando se muda por primera vez a una pequeña habitación en el quinto piso. Cohen compuso tal vez la mas famosa canción sobre el Chelsea, ‘Chelsea Hotel # 2’ que rememora un encuentro sexual con Janis Joplin en la habitación 104. En la introducción el recuerda como sucedió.

“Había una vez un ascensor en un hotel de Nueva York. Una noche  cerca de las 3 de la mañana me encontré con una mujer en ese hotel. Yo no sabia quien era, resulto ser una cantante muy famosa. Era un día muy sombrío en Nueva York. Fui al Bronco Burger por una hamburguesa, nada cambio. Fui al White Horse Tavern buscando a Dylan Thomas, pero el ya había muerto. Regrese al hotel y allí estaba ella en el ascensor, quien tampoco estaba buscándome. Ella estaba detrás de Kris Kristofferson… “Descansa tu cabeza en la almohada”. Yo no la buscaba a ella, sino a Lily Marlene. Perdónenme por tantos preámbulos. Después me entere que ella era Janis Joplin, terminamos abrazados por culpa de ese divino proceso de eliminación que crea compasión donde solo hay indiferencia, luego ella murió. Escribí esta canción en su homenaje, es llamada ‘The Chelsea Hotel’”

A pesar del titulo la canción Cohen no la escribió en el Chelsea, sino mucho después entre 1971 y 1974. Tampoco parece haber una canción llamada ‘Chelsea Hotel # 1’, sino que existe una versión que difiere ligeramente de la oficialmente grabada.

9. Bob Dylan… y Joan… y Sara … y Edie

Dylan vivió en el Chelsea entre 1961 y 1964. Algunas versiones aseguran que Bob Dylan se mudo al Chelsea para estar cerca de Sara Lowland, pero Dylan al mismo tiempo mantenía un romance con Joan Baez (en foto izquierda), que termino abruptamente, también se rumoro de su relacion platonica con Edie Sedgwick. Finalmente Dylan se caso en secreto con Sara y su primer hijo Jesse nació en el Chelsea donde Dylan solía habitar la suite 211, allí escribió ‘Sara’ un homenaje a su esposa.

I can still hear the sound of the Methodist bells,

I’d taken the cure and had just gotten through

Staying up for days in the Chelsea Hotel

Writing Sad-Eyed Lady of the Lowlands for you’

‘Sara’ de Bob Dylan (1975)

10. ‘Chelsea Girls’ el cine experimental deviene tragicomedia

Andy Warhol solía gastar noches enteras bebiendo Sangría y cenando en ‘El Quixote’, un restaurante español en los bajos del Hotel Chelsea, donde se concentraban muchos de los huéspedes entre ellos Nico, Brigid Berlin y Gerard Malanga, cómplices de Warhol. Una noche Warhol dijo:  “… Se me ocurre la idea de unificar la historia de toda esta gente, conectándolos como si vivieran en diferentes habitaciones del mismo hotel” y así nació ‘Chelsea Girls’ su mas famosa película.

Entre Junio y septiembre de 1966 Warhol rodó 15 segmentos en varias locaciones de Nueva York, sobretodo en el Chelsea y The Factory.  El proceso era muy sencillo, se rodaba una secuencia en 35mm sin parar hasta que la película se terminara. Warhol proponía la tesis que enfocando la cámara en un personaje original algo interesante sucedería. La dirección de Warhol era minima, el solo daba muy sucintas instrucciones a los protagonistas pero lograba obtener reveladoras interpretaciones usando otros artificios, como creando falsos rumores de rivalidad entre ellos para así obtener confesiones y ataques verbales y permitiendo el consumo de drogas y alcohol.  Sin ninguna narrativa o preparación la ejecución era muy simple y poco estudiada, por ejemplo se puede ver a Eric Emerson hablando de su vida mientras hace un strip-tease, Nico cantando con su hijo o Brigid hablando por teléfono. Warhol edito con mucha dificultad los 15 segmentos de media hora, hasta obtener una versión final de 210 minutos, en la cual el segmento de Edie Sedgwick fue suprimido por conflictos entre ella y Warhol.

En 1967, ‘Chelsea Girls’ se exhibió en publico y fue el primer éxito comercial del cine underground pero dividió las criticas entre la prensa. Warhol se defendió diciendo: “Hasta ahora la actitud general hacia lo que hacíamos es que era demasiado ‘artístico’, o ‘camp’, o ‘artificioso’ o sencillamente ‘aburrido’, pero después de ‘Chelsea girls’ palabras como ‘degenerado’ y ‘perturbador’ y ‘homosexual’ y ‘yonqui’ y ‘real’ comenzaron a ser aplicadas a nosotros”.