Hace unas semanas estaba disfrutando de una taza de té en Triana cuando de pronto me descubrí contemplando obnubilada cómo trabajaba una joven en su tienda. Sacaba fotos con su ipad, supongo que para subirlas a facebook o a su blog. Y la cuestión es que yo, que siempre he deseado tener una tienda, por primera vez realmente me visualicé en ella. Después de semanas obsesionada con la idea, ahora que se acerca Navidad, no dejo de decorar ese espacio imaginario en mi mente. Aún no existe, pero afortunadamente para mí, sí existen otros de personas que lo hacen así de bien. La creatividad de Paco y Jose, del Showroom Trastornados, nunca dejará de sorprenderme. Bienvenidos a un universo de ciervos y estrellas hechas de washi tape. Tan sencillo y perfecto. Fantasía y color para unas fechas tan especiales. Con la magia de las velas nos despedimos, pero no por mucho tiempo, de este mágico lugar.