Suerte o azar

Por Rojotransitorio @rojotransitorio

Suerte o azar

Un hombre muy piadoso se vio, de repente, privado de todas sus riquezas. Sabiendo que Dios podía ayudarlo en cualquier circunstancia, comenzó a rezar:
— Señor, haz que gane a la lotería — pedía él.
Durante años y años rezó, y continuó siendo pobre.
Finalmente llegó el día de su muerte y, como era muy piadoso, fue directamente al cielo.
Al llegar, se negó a entrar. Dijo que había vivido toda su vida de acuerdo con los preceptos religiosos que le habían enseñado, y que Dios jamás había hecho que ganase a la lotería.
— Todo lo que me prometiste, Señor, no es más que una mentira —dijo el hombre, enfadado.
— Siempre quise ayudarte a ganar —respondió el Señor—. Sin embargo, por más que yo quería ayudarte, nunca compraste un billete de lotería.
Extracto de Maktub, Paulo Coelho.

Un sutil diferencia

Mientras que la mayoría de diccionarios de sinónimos colocan a la suerte y el azar (o la casualidad) en el mismo cesto, existe una sutil diferencia entre estos dos conceptos. Podemos crear las circunstancias para atraer la (buena) suerte a nuestro destino, mientras que el azar tiene un origen mas escurridizo, mucho más difícil de modelar.

Un decálogo para la (buena) suerte

De esto trata este excelente libro titulado La buena suerte. Esta ocurrente obra de dos autores catalanes (Álex Rovira y Fernando Trías de Bes) podría resumirse con este decálogo que define a la perfección el concepto de la (buena) suerte, la trabajada, aquella que está desprovista de azar.

Primera Regla de la Buena Suerte
La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

Segunda Regla de la Buena Suerte
Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.

Tercera Regla de la Buena Suerte
Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.

Cuarta Regla de la Buena Suerte
Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.

Quinta Regla de la Buena Suerte
Si «dejas para mañana» la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso… ¡Dalo hoy!

Sexta Regla de la Buena Suerte
Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias…, pero ¡imprescindibles!

Séptima Regla de la Buena Suerte
A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

Octava Regla de la Buena Suerte
Nadie puede vender suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.

Novena Regla de la Buena Suerte
Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.

Décima Regla de la Buena Suerte
Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre esta ahí!

Síntesis
Crear Buena Suerte únicamente consiste en. ¡Crear circunstancias! El nuevo origen de la Buena Suerte dado que crear Buena Suerte es crear circunstancias… La Buena Suerte solamente depende de TI.

Comprar billetes de lotería

Pero está claro que para atraer la (buena) suerte a tu vida tienes que comprar billetes de lotería. Tal como indica el texto de cabecera extraído de Maktub, si no compramos billetes, Dios no estará de nuestro lado.

Y este alegórico texto no se refiere al hecho de apostar en algún juego de azar, sino que debemos asimilar que nuestra propia vida está repleta de apuestas. Apuestas en forma de oportunidades que debemos jugar. En algunas perderemos, pero en alguna otra (cuando hayamos creado las circunstancias propicias) ganaremos.

Y el placer de apostar y ganar cuando hay en juego alguno de nuestros sueños, no tiene precio. Porque soñar, imaginar, preparar y crear (con talento y sudor) nuestro propio billete de lotería es, sin duda, la apuesta más segura que nunca hayamos podido jugar.

Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener talento. (Jacinto Benavente)

Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo. (Stephen Leacock)

Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan. (Voltaire)