Lo que nos relata Juan es una situación muy común de un problema ocasionado por la ansiedad, lo que se conoce como un "ataque de pánico" o "una crisis de ansiedad", se da en un 10% de la población, muchas personas lo experimenta alguna vez pero no le dan la importancia o no llega a convertirse en un problema, pero aproximadamente en la mitad de las personas que lo padecen esta sintomatología, marcada por valores altos de ansiedad, llegan a padecer un problema que se convierte en sufrimiento para estas personas, haciendoles incluso variar su rutina de vida en función de la propia sintomatología. Esto nos lleva a plantear que junto a este problema con el tiempo podrían aparecer otros asociados si no se controla, como podrían ser: la agorafobia, depresión, hipocondriasis, etc. empeorando aún más la vida de la persona. La crisis de ansiedad es un trastorno que viene unido la vivencia en un determinado momento de un miedo intenso unido a un malestar físico, como sintomatología asociada nos pondremos encontrar las siguientes, palpitaciones intensas, convirtiéndose en taquicardia generalmente, aumento de la sudoración, siendo importante la aparición de esta sudoración en las manos principalmente, una sensación de ahogo, de no poder respirar con facilidad, lo que aumenta la sensación de miedo, incrementando aún más el ritmo cardiaco. Puede aparecer un desagradable dolor en el pecho, lo que hace que lo confundamos en muchas ocasiones con un problema cardiaco, puede aparecer dolor abdominal incluso aparejado a mareos y nauseas en ocasiones, también podremos encontrarnos con sensaciones o temblores, llegando a percibir en alguna parte del cuerpo un hormigueo extraño, brazos o piernas, que producen una sensación de irrealidad o incluso de percibir la situación como vivida desde fuera del propio cuerpo. evidentemente, tras toda esta sintomatología puede aparecer una sensación inminente de muerte, que nos asusta, generando en nosotros una vez superada la crisis un estado de alerta y búsqueda de sintomatología asociada para intentar descubrir una futura crisis. Esta sintomatología física esta causada por un aumento drástico de los niveles de ansiedad en nuestro cuerpo, parece que en algunas personas cuyos familiares hayan padecido crisis de ansiedad existe una predisposición a vivirlas, pero esto sucede en un 14% de los casos, el resto pudiera estar relacionada con situaciones desencadenantes de estrés o ansiedad. Muchos autores han comentado que la respuesta de ansiedad es una respuesta geneticas desadaptada de alerta que se activa cuando percibimos una sensación de peligro o amenaza inmediata. Según Robert Sapolsky en su libro "Por qué las cebras no tienen ulceras" define el problema planteando la indefinición de los problemas actuales, muchas veces no estresamos y generamos respuestas de ansiedad ya que tenemos que hacer muchas cosas reales que son inminentes, los hijos, una situación de trabajo de exigencia, pero también puede suceder que esa situación sea unicamente percibida como tal y no sea real, sino que pensemos que vamos a vivirla, más relacionado con una respuesta cerebral preconciente. Bien por una causa o por otra puede que surja una respuesta de miedo, y que generemos ansiedad, y entonces podemos encontrarnos con respuesta biológicas de anticipación al mismo. Esa respuesta era eficiente cuando vivíamos en poblados o acampábamos al aire libre, cuando eramos nómadas por naturaleza, ya que las respuestas eran de miedo real, ante el ataque de un predador podríamos huir, o enfrentarnos a él, por esa razón nuestro sistema se preparaba subiendo el ritmo cardiaco, aumentando la sudoración, y eso solo nos preparaba para emitir dicha respuestas. El problema como bien cita el propio Saposlky en una entrevista concedida a Eduardo Punset para el programa redes de rtve: "el problema llega cuando nos convertimos en unos primates muy sofisticados psicológicamente, que pueden generar la misma respuesta de estrés simplemente al pensar, al tener un estado psicológico."
Ahora mismo, por nuestras mentes pueden pasar muchas cosas, pero la principal idease centra en plantearnos, si tiene o no solución, efectivamente tiene solución, en muchos casos la solución pasa por realizar una terapia en la cual aprendamos a controlar la respuesta física y a estudiar o plantear que pensamientos que activan en nosotros dicha respuesta. Además es fundamental implementar pensamientos positivos, y potenciar nuestro bienestar personal.
Para finalizar os dejo un pequeño ejercicio para controlar la ansiedad, está relacionado con la respiración, principalmente, en un lugar tranquilo, con poco ruido, ponte cómodo, cierra los ojos y respira profundamente, centrándote principalmente en lo que estás haciendo, en percibir tu respiración. Respira profundamente durante 10 veces, toma aire pero que la inspiración del mismo no llegue a molestarte, y entonces si suelta todo el aire. Repitelo todas las veces que sean necesarias verás como solo con la respiración la sensación de ansiedad mejora.
Jose J. Rivero Psicólogo Terapeuta Experto en formación.